Lidia Lozano
Sociedad
El auge de los 'divorcios grises': mayores que se separan para vivir mejor lo que les quede
Ha ayudado la desestigmatización y la independencia de la mujer
El término 'divorcio gris' es cada vez más común en la sociedad. Hace referencia a las personas de 50 años o más –con el pelo ya canoso, por eso 'gris'– que deciden separarse de sus parejas tras muchos años de matrimonio.
Este término se acuñó en Estados Unidos para nombrar una tendencia que poco a poco es más popular. La psicóloga y escritora Silvia Congost explicó a BBC Mundo que "ya no se ve el divorcio como algo tan estigmatizado como podía ser al principio, sino que se ve mucho más normal". Así, está también más normalizado entre personas más mayores.
Crece la esperanza de vida y cae la estigmatización
Además, dice, "la esperanza de vida se va alargando. Al llegar a los 65 años nos quedan dos décadas de vida de promedio y si uno no es feliz, ya no quiere resignarse a eso y sabe que tiene más opciones". Entre 1990 y 2010, la tasa de divorcios grises en EE. UU. aumentó del 0,5% al 1%, según un estudio elaborado por Susan L. Brown, codirectora del Centro Nacional de Investigación Familiar y Matrimonial en la Universidad Bowling Green State.
De hecho, actualmente, una de cada cuatro personas que se divorcian en ese país tiene más de 50 años; cosa que hace una generación era inimaginable -menos del 10% de los divorcios eran entre mayores de 50 años-. En España, fueron 34.449 los divorcios entre personas mayores de 50 años en 2021, mientras que en 2013, fueron 24.894.
"Es como si fuera otra persona"
La pionera en España en mediación y psicóloga Sacramento Barbas, explica a BBC Mundo que cada vez hay más parejas que "no quieren seguir juntas cuando llegan a la jubilación". Asegura que las frases que más escucha son: "Para el tiempo que me queda por vivir lo que no quiero es estar con problemas, estar a disgusto" y "No reconozco a mi pareja, es como si fuera otra persona". Además comenta que en muchas ocasiones son los hijos adultos los que más "impedimentos" ponen porque "no quieren que los padres se separen". Pero es que muchos de esos matrimonios han sobrevivido hasta los 50 años debido a los hijos que aún no eran adultos.
Afirma que "la esperanza de vida, vivir más años con una calidad de vida mejor les lleva a querer disfrutar de esta etapa sin tener disgustos". Antes "existía el miedo a la soledad, el qué pensarán en el trabajo...", pero ahora, gracias a la desestigmatización del divorcio, es mucho más fácil psicológicamente hablando.
Muchas de las personas que se divorcian mayores encuentran otra pareja "para el goce", mientras que la primera fue para "armar la familia". La psicóloga argentina experta en crisis individual Beatriz Goldberg dice que ahora la gente con 60 y 65 años "está muy saludable aún, tienen muchos años de vida por delante". Y lo que antes era un "si ya no me divorcié, ya no me divorcio", ahora se ha convertido en un "por qué no".
En estas edades se producen muchos cambios: los hijos se van de casa, llegan las jubilaciones, más tiempo libre... Es el momento perfecto para descubrir si realmente se sigue teniendo esa complicidad con el cónyuge. Las expertas explican que los divorcios grises no ocurren de repente, sino que surgen por el distanciamiento.
Aída Sedano, una mujer independiente
A todo esto se suma la independencia de la mujer, también creciente. "Las mujeres nos hemos dado cuenta de que no tenemos por qué tolerar ciertas cosas que antaño toleraban nuestras abuelas. Ya no se necesita tanto ese modelo familiar en el que uno mantiene al otro", subraya Congost. "Si no eres feliz sabes que no tienes por qué seguir aguantando", añade.
Es el caso de Aída Sedano, una mexicana de 76 años que se ha convertido en una auténtica celebridad en TikTok, cuyos vídeos han alcanzado las 3,5 millones de visualizaciones. Su contenido consiste, precisamente, en contar cómo ha cambiado su vida después del divorcio de su esposo con el que llevaba casada cuarenta años.
Cuando se casó con 24 años descubrió que el matrimonio no era lo que ella creía: todo el día en su casa cuidando de sus hijas y dejando el trabajo de maestra rural que le apasionaba. Con todo el que hablaba le respondía lo mismo, "tienes buena casa, tienes buenos muebles, vistes bien, no te falta nada", cuenta en una entrevista para BBC Mundo. Pero ella no era feliz.
Volvió a la universidad para estudiar pedagogía con 45 años: "Cuando volví a la universidad fue que empecé a aprender que nosotras las mujeres teníamos derechos, que el mundo había cambiado, que las cosas no eran como venía arrastrando". Pero no fue hasta los 65 años cuando decidió dejar a su marido.
Reconoce que fue un camino "muy duro", "el dolor te llega hasta la médula de los huesos", dice. Hoy se siente "una señora muy normal que sufrió y encontró en los vídeos la manera de conectar, la manera de tener amistades", cuenta refiriéndose a TikTok. "Cuando ya no se da la relación, deja que el viento sople y se lleve la basura de tu camino; y vive y empieza a vivir", añade.