Las ayudas para mayores de 65 años que se mantienen aunque cambie el Gobierno

Pedro Sánchez convoca elecciones generales anticipadas: "Asumo los resultados"

La convocatoria de elecciones anticipadas para el 23 de julio y su consecuente disolución de las Cortes Generales ha conllevado no solo la paralización de más de 60 proyectos parlamentarios, sino que algunas ayudas que otorgaba el Gobierno que tenían que renovarse, queden ahora en el aire. 

Sin embargo, hay otras ayudas de las que se pueden beneficiar los mayores de 65 años, que permanecen debido a su carácter atemporal y no estar ligadas al Gobierno de Pedro Sánchez, como son los bonos sociales pagar la luz o la calefacción, ayudas al alquiler para mayores de 65 años o subvenciones para personas dependientes o que no hayan cotizado lo suficiente. El problema radica, según las asociaciones de mayores consultadas por 65YMÁS, en que estas ayudas –  aún desconocidas para gran parte de la población–  son muy variadas, presentan muchos trámites burocráticos y en ocasiones son "poco ambiciosas".

Los mayores piden que "permitan llevar una vida digna"

Desde la Plataforma de Mayores y Pensionistas (@PlataformaPMP) consideran necesarias" todas las medidas públicas que se implementen en condiciones de igualdad y de manera universal y que fomenten un envejecimiento activo y saludable". Y destacan como especialmente importantes las que permiten "garantizar una vida digna y protección a los vulnerables como: las ayudas al alquiler, bono social de electricidad, ayudas para bonificar la línea telefónica o los complementos autonómicos a las pensiones no contributivas".

Sin embargo, para Anatolio Díaz, secretario general de la Unión de Jubilados y Pensionistas de UGT (@UJP_UGT), habría que separar las ayudas entre "estructurales" y destinadas a combatir la pobreza de los pensionistas y las "coyunturales o tangenciales", que sirven para incentivar la cultura o descuentos en transporte, que podrían aprobarse en diferentes comunidades tras el 28M. Respecto a las primeras considera que deberían ser "más ambiciosas", mientras que las segundas, deberían adaptarse a la renta.

En la misma línea opina el director de la Confederación Estatal de Mayores Activos (CONFEMAC) Vicente Pérez, quien considera fundamentales las ayudas a la dependencia, pero denuncia que "deberían ser más ágiles" y mejorar de cara a poder pagar los servicios que garanticen una vida digna a las personas mayores. También remarca las diferencias entre los tipos de ayuda y defiende que las segundas se planteen en función de renta. "No es lo mismo subvencionar el transporte público a una persona que tenga 900 o 700 euros de pensión a una que tenga 1.400 o 2.000 euros. Evidentemente eso debería ir en función de la renta."

Por su parte CAUMAS también pone el foco en la importancia de saber qué criterio se sigue para ser receptor de ayudas. "Se debe tener en cuenta el IRPF y ayudar en todo a las personas mayores de 65 años cuyos ingresos no alcanzan para tener un hogar y una vida digna, que les permita disfrutar de cultura, deporte y ocio. Por eso veo muy bien los bonos de alquiler, de transporte y de cultura", opina su presidenta Marina Troncoso. 

Ayudas al alquiler para mayores de 65 años

El Gobierno puso en marcha el año pasado el Plan Estatal de Vivienda 2022-2025 que contempla ayudas específicas para los mayores de 65 años. También destaca la ayuda al alquiler de 525 euros a la que tienen acceso los titulares de pensiones no contributivas, junto a otras ayudas autonómicas. El Plan estatal contempla ayudas para inquilinos, siempre y cuando esa casa alquilada sea su vivienda habitual y permanente.

Deben tener unos ingresos anuales de 3 veces el indicador IPREM fijado este año en los 600 euros (o 4 en caso de familia numerosa general y personas con discapacidad; y 5 IPREM para la familia numerosa especial y personas con determinados grados de discapacidad). La cuantía de la ayuda es del 40% de la renta mensual con carácter general. No obstante, para mayores de 65 años la cuantía asciende hasta el 50% de la renta mensual.  

Bono social eléctrico y térmico

El bono social es descuento en la factura eléctrica, fijado por el Gobierno para consumidores vulnerables, que incluye a pensionistas por jubilación o incapacidad permanente que perciban la cuantía mínima vigente en cada momento. Desde el año pasado año el descuento sobre la factura se amplió hasta el 65% para los consumidores vulnerables y hasta el 80% para los consumidores vulnerables severos. 

Para ser beneficiario de este descuento es necesario tener la electricidad contratada con una comercializadora del mercado regulado y cumplir con condiciones personales, familiares y de ingresos establecidas por el Gobierno y que se pueden consultar en la web bonosocial.gob.es. Los pensionistas que cumplan los requisitos también podrán acceder al bono social térmico para la calefacción y el agua caliente. Sin embargo, las trabas burocráticas siguen dificultando su acceso.

Abono telefónico

Aunque esta ayuda es desconocida para la mayoría de los pensionistas, el Gobierno ofrece un bono telefónico a través de Telefónica (@Telefonica), destinado especialmente jubilados. Consiste en una reducción del 70% de la cuota de alta de la línea telefónica fija individual y del 95% de la cuota mensual de la misma. Para ello basta con ser jubilado o pensionista, y tener unos ingresos que no superen los 9.727,54 euros, según el último Certificado de IRPF disponible en el momento de la solicitud.

Entre los puntos a tener en cuenta está que el Abono Social es incompatible con cualquier producto que incluya de forma empaquetada la cuota de línea individual, entre otros: Movistar Fusión, Líneas con llamadas, etc. Igualmente el domicilio de la instalación deberá coincidir con el del empadronamiento, sin que haya otra línea con esta clasificación y se aplica únicamente al teléfono fijo.

Complemento de maternidad/paternidad

Existen también ayudas que complementan la pensión, como el complemento de brecha de género, aprobado en febrero de 2021, que sustituye al anterior complemento de maternidad, con el objetivo de reducir el perjuicio para madres o padres que hayan visto mermada su carrera laboral en los periodos posteriores a haber tenido un hijo o hijos. Además, la nueva norma permite que se empiece a recibir esta ayuda desde el primer hijo y no desde el segundo como ocurría anteriormente.

La cuantía del complemento se fija en la correspondiente ley de presupuestos generales del Estado de cada año. En el año 2022, el importe es ha sido 28 euros mensuales por cada hijo o hija, con el límite de cuatro veces dicho importe. El complemento no se tiene en cuenta en la aplicación del límite máximo de las pensiones contributivas ni para determinar el complemento para pensiones inferiores a la mínima. 

Pensión no contributiva

Las pensiones no contributivas financiadas por el Estado y gestionadas por las autonomías o el Imserso son aquella destinadas a las personas que no tienen el mínimo de 15 años cotizados que da derecho a recibir una pensión contributiva. Existen dos tipos: de jubilación e invalidez y aunque han experimentado este año un aumento del 15%, según las asociaciones de mayores sus cuantían siguen siendo "insuficientes" ya que se sitúan por debajo de los 500 euros de cuantía básica mensual, siendo la no contributiva de jubilación la más baja de las dos clases.

De acuerdo con la información facilitada por el Imserso, la cuantía básica de las pensiones no contributivas, de jubilación e invalidez, en 2023 se sitúa en los 6.784,54 euros anuales, que se abonan en 12 mensualidades, más dos pagas extraordinarias al año. Es decir, 484,61 euros mensuales. En el caso de los pensionistas de invalidez no contributiva cuyo grado de discapacidad sea igual o superior al 75% y acrediten la necesidad del concurso de otra persona para realizar los actos esenciales de la vida, percibirán además un complemento del 50% sobre los 6.784,54 euros anuales, fijado en 3.392,27 euros anuales. Pueden así llegar a los 726,92 euros de pensión mensual.

Ayudas a personas dependientes

Estas ayudas están reguladas por la Ley de Dependencia, y es cada Comunidad Autónoma la que se encarga de gestionarlas. Pueden ser de naturaleza económica o mediante prestación de servicios: teleasistencia, asistencia a domicilio, centro de día y de noche, residencia, etc. Cuando es una prestación económica, si es una dependencia moderada o grado 1 son 153 euros mensuales; con dependencia severa o grado 2, entre 201,59 y 268,79 euros mensuales; y con gran dependencia o grado 3, entre 290,73 y 387,64 euros mensuales. La capacidad económica del beneficiario ha de ser igual o inferior al IPREM (600 euros). Si la persona es beneficiaria de otra subvención pública del mismo carácter, se le restará la cuantía de esta otra prestación. 

Cuando la prestación económica es para servicios privados o asistencia personal, cuando es dependencia moderada o grado 1 son 300 euros mensuales; con dependencia severa o grado 2, entre 300 y 426,12 euros mensuales y con gran dependencia o grado 3, entre 429,04 y 715,07 euros mensuales. La capacidad económica del beneficiario debe ser igual o inferior al IPREM. Cuando el solicitante es beneficiario de una prestación pública del mismo carácter, a la ayuda por dependencia se le restará la cuantía de esta otra prestación. Sin embargo, la larga lista de espera lastra muchas de estas ayudas, según reconoce el propio director del Imserso, Luis Alberto Barriga.

Viajes del Imserso

También podrían considerarse como ayudas para mayores de 65 años, el programa de Turismo Social del Imserso, que este año ha convocado 816.029 plazas para viajar por la costa e interior peninsular. Los precios son notablemente inferiores que los que se ofrecen en el mercado y este año oscilarán entre los 455 euros y los 115 euros dependiendo los días y el destino. También existe un programa de termalismo, en el que los usuarios asumen el 78% del coste del viaje y el Estado, el 22% restante. 

Según las asociaciones de mayores, estos viajes deben ser analizados desde una óptica diferente al resto de las ayudas. "En primer lugar son viajes de turismo social, pensados en base a premiar y dar la posibilidad de viajar a quienes no pueden hacerlo por sus ingresos, la gran mayoría de los beneficiarios, y de esta forma poder disfrutar de un merecido descanso a tantos años de trabajo infatigable, así como el adquirir cultura, participar del ocio y conocer el país. Por otro lado, sirven para generar empleo en el sector turístico y permiten generar riqueza en momentos en que en otras circunstancias los hoteles estarían cerrados o con su capacidad bajo mínimos", recuerda Anatolio Díez, secretario general de la Unión de Jubilados y Pensionistas de UGT.