Logrosán es un pequeño municipio cacereño al sureste de la provincia, casi junto a la provincia de Badajoz, que actualmente tiene 2.007 habitantes censados, un número muy alejado de los casi 7.000 que allí vivían en los años 60. Un ejemplo más de esa España que se vacía lenta pero constantemente y un ejemplo también de la solidaridad y apoyo vecinal que aún sobrevive en el ámbito rural porque el Ayuntamiento de la localidad cacereña ha organizado dos cenas en Nochebuena y en Nochevieja para que ningún vecino del municipio cene solo en esas fechas tan señaladas.
El alcalde, Juan Carlos Hernández Martínez, ha anunciado mediante un bando municipal que, "teniendo constancia de que en el pueblo existen personas que viven solas y no tienen familiares directos que puedan acompañarles en las cenas de los próximos 24 y 31 de diciembre" el Ayuntamiento organizará sendos encuentros en la residencia de mayores FEMAR, abierta en la localidad. Asimismo, el alcalde ha anunciado que el propio Ayuntamiento se hará cargo de los gastos de las cenas y de los traslados de ida y vuelta a la residencia.
Ana Abril, Teniente de Alcalde del Ayuntamiento de Logrosán nos explica que "la iniciativa ha partido del Ayuntamiento y las cenas se organizan en la residencia de mayores. La idea surgió porque sabemos que hay vecinos que viven solos y esas noches no tienen familiares que les acompañen porque están en el extranjero o cualquier otro motivo. Teníamos que cubrir esa necesidad". Pero la convocatoria va más allá y se extiende "a todas aquellas personas que sin ser mayores tengan a sus familiares ingresados en la residencia y quieran cenar con ellos".
Y es que la soledad no deseada es un problema que afecta a mucha gente mayor, pero sobre todo a los que viven en las grandes ciudades, "en el medio rural es diferente. Todos nos conocemos y esas noches, a cualquier vecino que esté solo su propio vecindario le va a invitar a cenar. Por suerte esa carencia puede suplirla el vecindario. Muchas veces en el mundo rural unos vecinos cuidan de la soledad de los otros", apunta Ana Abril.
Serán unas cenas a las que sin duda le hubiera encantando asistir a Juan Alonso Jiménez, el vecino más longevo de la localidad que acaba de cumplir 104 años. Juan, que vive con una de sus hijas y recibe todos los días la visita de su nieta Yoli, fue homenajeado el pasado año por el Ayuntamiento en la Casa de la Cultura donde recibió una placa por sus 103 años. Pero, "no sabemos si podrá venir a cenar porque hoy he hablado con su hija y desgraciadamente me dice que está muy malito, tanto que no creemos que pueda asistir", se lamenta la Teniente de Alcalde.
Según los datos del
INE uno de cada cinco mayores de 65 años, cerca de
dos millones de personas mayores, viven solas. Una soledad que
durante las fechas navideñas se hace aún más dura porque son muchos los mayores que a sus
enfermedades crónicas añaden el conocido como
'síndrome de la silla vacía', ese que solemos relacionar con el fallecimiento de un ser querido pero que también aparece tras un abandono o en una situación de
soledad no deseada.
Podría confundirse este síndrome con la natural tristeza que se siente tras perder a un ser querido o, sencillamente, encontrarse solo, pero lo cierto es que cobra una especial virulencia en los momentos que se supone deberían ser semillero de alegría, de alboroto y de festejar porque se han festejado durante decenas y decenas de años. La Navidad. Ese momento en que, a la hora de cenar el 24 de diciembre, de comer el 25 y volver a cenar el 31, quien lo padece sólo ve ante sí una silla vacía.
Tal vez por ello, la iniciativa de este municipio cacereño no sólo ha tenido una gran acogida entre los vecinos del pueblo, sino también en las redes sociales donde miles de personas han compartido el evento y ensalzando el espíritu navideño de Logrosán.