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Durante las ocho primeras semanas de 2023, que comprendieron el mes de enero y casi todo febrero, España registró 78.815 fallecimientos, 3.082 menos que en el mismo periodo de 2022 (un 3,8% menos), la cifra más baja en esas mismas semanas desde 2020, el primer año de la pandemia, según la estimación de defunciones semanales del INE, publicada este miércoles.
Así, la cifra de fallecimientos en España ha ido fluctuando en los últimos años, descendiendo entre 2018 y 2020, aumentando tras la pandemia y volviendo a descender. En concreto, en 2018 se registraron 83.083 fallecimientos en las ocho primeras semanas del año; 77.998 en las mismas semanas de 2019; 74.397 en 2020; 88.438 en 2021; 81.897 en 2022 y 78.815 en 2023.
Por otro lado, España registró un total de 27.185 nacimientos en enero de 2023, 488 menos que en el mismo mes de 2022, lo que supone un descenso del 1,8%, según la estimación mensual de nacimientos del INE. En todo caso, son 3.314 nacimientos más que en enero de 2021 (un 13,9% más) cuando, pasados 10 meses tras el inicio de la pandemia, nacieron 23.871, la cifra más baja de los últimos años.
Según la serie histórica, en enero de 2018 nacieron 31.614 bebés, una cifra que ha ido descendiendo en los siguientes años: 30.858 en enero de 2019; 30.314 en enero de 2020; 23.871 en enero de 2021; 27.673 en enero de 2022 y 27.185 en enero de 2023.
Las muertes se dispararon en el año de la pandemia
Durante todo el año 2020, año de la pandemia, se produjeron en España 493.776 defunciones, 75.073 más que en 2019, lo que supuso un incremento del 17,9 por ciento, según recogía el INE. La tasa bruta de mortalidad se situó en 1.042,7 fallecidos por cada 100.000 habitantes. Los peores meses fueron abril y marzo, en los que hubo un incremento del 78,4 por ciento y el 57,1 por ciento, respectivamente.
Por edades, la mortalidad, aunque aumentó en todos los grupos de edad, excepto entre los menores de 20 años, el mayor incremento se registró entre las personas de 70 a 79 años (un 20,5% más). En el resto de edades, los datos reflejaron que de 20 a 29 años se registraron 1.432 fallecimientos, un 5,8% más que el año anterior; de 30 a 39 años fueron 3.159 fallecimientos, un 7,2% más; de 40 a 49 años, 9.601 murieron, 6,6% más; de 50 a 59 años fueron 26.236 fallecidos, un 7,6% más; de 60 a 69 años 49.503 fallecidos, un 14,5% con respecto a 2019; y de 80 años y más años, se registraron 310.869 muertes, un 19,5% más.
De hecho, según refleja el informe Patrones de mortalidad en España, 2020, del Ministerio de Sanidad, durante el primer año de la pandemia, el Covid-19 provocó el 15,2% de todos los fallecimientos en España, por detrás tan solo del cáncer (22%) y las enfermedades del corazón (16,7%). En concreto, las 15 primeras causas de muerte de 2020 fueron: cáncer, enfermedades del corazón, Covid-19, enfermedades cerebrovasculares, enfermedad de Alzheimer, enfermedades crónicas de las vías respiratorias inferiores, los accidentes no intencionales, diabetes mellitus, neumonía e influenza, nefritis, nefrosis y síndrome nefrótico, enfermedad hipertensiva, enfermedad de Parkinson, enfermedad crónica del hígado y cirrosis hepática, suicidio y septicemia.
Las tasas brutas de mortalidad fueron más elevadas en los territorios envejecidos, ya que normalmente hay más defunciones por el efecto de la estructura de la población por edad. Así, por Comunidades Autónomas, las tasas brutas más elevadas de fallecimientos por cada 100.000 habitantes en 2020 correspondieron a Castilla y León (1.513,6), Principado de Asturias (1.432,9) y Castilla-La Mancha (1.264,5) Por su parte, las más bajas se dieron en Baleares (704,4), ciudad autónoma de Melilla (714,3) y Canarias (734,5).
Por su parte, las residencias de mayores españolas llegaron a superar las 600 muertes diarias en ocho jornadas, entre la última semana de marzo y la primera de abril de 2020, coincidiendo con los peores momentos de la pandemia de la Covid-19. A partir del 19 de abril, los fallecimientos cayeron por debajo de los 400 al día.
Desde el Instituto Nacional de Estadística detallaban que a partir de la tercera semana de marzo, justo tras declararse el Estado de Alarma, la cifra de defunciones se disparó por encima de las 500, llegando a alcanzar casi las 700. Los días con más muertes en residencias fueron el 25 de marzo (697 fallecidos) y el 27 de marzo (694).