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El sector de los balnearios españoles ha decidido ofrecer ofertas alternativas a los pensionistas al no anunciar el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso) el inicio del Programa de Termalismo Social previsto para el mes de octubre.
La Asociación Nacional de Balnearios (Anbal) viene denunciando desde hace unas semanas que el Imserso ha "abandonado a su suerte" al sector y a casi 60.000 pensionistas, que este año no podrán disfrutar en tiempo y forma del programa de termalismo, que llevaba más de un año y medio suspendido por la pandemia.
Con el objetivo de dar respuesta a los pensionistas que durante este tiempo han seguido interesados en poder disfrutar de los tratamientos termales "y ante la no respuesta del Imserso", los balnearios que permanezcan abiertos han decidido ofrecer a los mayores alternativas a precios similares a los del programa.
Desde la asociación aseguran que "la indefinición del Imserso" y la reserva de las plazas podría avocar al 40% de los establecimientos termales al cierre o no apertura de sus instalaciones "con las consecuencias laborales para los trabajadores y económicas tanto para las propias empresas como para las comarcas donde están ubicados".
La asociación asegura que este programa, que lleva en marcha desde 1989 y que sólo ha sido suspendido ante la emergencia sanitaria provocada por la COVID-19 y el confinamiento decretado por el Gobierno, "ha permitido durante todos estos años que millones de personas disfrutaran de tratamientos termales de salud a precios económicos y bajo supervisión médica con los beneficios en prevención que ha supuesto para la sociedad española".