El Ayuntamiento de Barcelona ha lanzado la Guía para la prevención, detección y acompañamiento de personas mayores en situaciones de soledad, que se enmarca dentro de la Estrategia municipal contra la soledad 2020-2030 y tiene como principal objetivo facilitar orientaciones prácticas para promover y generar oportunidades de vinculación y pertenencia durante el envejecimiento, dotando de las herramientas necesarias a los y las profesionales que estén en contacto con este colectivo.
De esta forma, serán capaces de detectar, prevenir e intervenir con mayor eficacia los casos de soledad no deseada, según indica el Ayuntamiento en una nota. Y es que, según datos de la Encuesta Omnibús del año 2022, en Barcelona más de 2% de las personas mayores de 65 años afirman sentirse solas a menudo o muy a menudo.
Para frenar esta situación y solucionarla, el Ayuntamiento presentaba el pasado sábado 8 de abril esta guía, pensada para ser un "recurso práctico para profesionales", según indican. Nace con el objetivo de "atender todos los aspectos posibles de la soledad durante la vejez, teniendo en cuenta la gran diversidad que existe dentro del colectivo de las personas mayores".
"Esta guía bebe de la amplia experiencia municipal a la hora de impulsar y de apoyar iniciativas que tratan de prevenir y resolver las situaciones de soledad y aislamiento social que viven las personas mayores de la ciudad. Los programas referentes VinclesBcn o Radars, con un largo recorrido en la ciudad, son buena muestra de cómo el Ayuntamiento hace años que abre camino contra la soledad en el proceso de envejecimiento, trayectoria que se prolonga y reafirma con la Estrategia municipal contra la soledad 2020-2030", explican.
"Este recurso toma el testimonio de la Guía para la prevención, detección y acompañamiento de adolescentes y jóvenes en situaciones de soledad, publicada en 2021 por el Ayuntamiento de Barcelona, con la intención de ser fiel al suyo carácter accesible ya su estructura por ámbitos, y con la finalidad de sumar recomendaciones en un mismo sentido", indican. Y añaden: "Los nuevos caminos abiertos por la Estrategia municipal contra la soledad 2020-2030 contribuyen a orientar los pasos hacia una ciudad vinculada, donde las emociones importan y son objeto de las políticas públicas. Hacia una ciudad con una red comunitaria densa que nos pueda proteger de la soledad y el aislamiento social. Esperamos que esta guía ayude a construir este itinerario acompañando a los profesionales que, al frente de los servicios, están al junto a las múltiples soledades cotidianas".
En concreto, esta Guía para la prevención, detección y acompañamiento de personas mayores en situaciones de soledad presenta una serie de recomendaciones y orientaciones que están organizadas en cuatro ámbitos. Las personas mayores son el eje central, aunque también implican al entorno. Estos son los cuatro ámbitos señalados:
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Ámbito de la persona mayor: entre las recomendaciones, se incluye atender a los factores de riesgo, considerar las verbalizaciones indirectas que puedan mostrar que la persona se siente sola o activar las alianzas y los agentes disponibles en su mapa relacional.
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Ámbito de la red de convivencia: se refiere a los aspectos más relacionados con el lugar donde viven las personas mayores, así como las personas con las que estos convivan.
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Ámbito de la red de relaciones cotidianas de proximidad: hace referencia a los puntos más vinculados a las relaciones que las personas mayores establecen fuera de su núcleo de convivencia, como por ejemplo las amistades.
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Ámbito de dimensión comunitaria: este último ámbito contempla aquellos aspectos que están más vinculados al entorno comunitario en el que viven o donde interactúan las personas mayores con otras personas, como puede ser el uso del espacio público o la vinculación con equipamientos y entidades del barrio.
Soledad no deseada
La soledad no deseada en la vejez puede aparecer debido a diferentes aspectos, como la presencia de limitaciones físicas, la pérdida de la pareja y de relaciones sociales significativas, tener expectativas elevadas con respecto a la atención o compañía de la familia, la jubilación o la brecha digital.
Es más, según el informe “Las Etapas de la Vida Sénior”, del Instituto Santalucía, la plataforma de investigación y debate del grupo homónimo, una de las principales vulnerabilidades de las personas mayores es la soledad, sobre todo en las personas mayores de 70 años, y en especial las mujeres, que son quienes mayormente la sufren. Según señalan, por cada hombre afectado, hay tres mujeres en situación de soledad.
Una de las razones por las que aparece este sentimiento de soledad es que la autonomía de la que disfrutaban muchas de estas personas mayores se va erosionando y aparece la necesaria intervención regular de familiares o terceras personas como cuidadores. Por ello, consideran que, más allá de los recursos ordinarios con los que se venía contando hasta el momento para el bienestar de las personas mayores, como la pensión y el sistema de atención a la dependencia existente en la actualidad, se requiere la aplicación de recursos y políticas contra la soledad.
Por su parte, un grupo de investigadores proponía recientemente, a raíz del Estudio sobre bienestar psicológico de las personas mayores y la soledad no deseada, impulsado por la Diputación de Castellón conjuntamente con el Laboratorio Servicios Sociales Benicarló-Vinaròs y el Instituto Interuniversitario de Desarrollo Local de la Universitat Jaume I (UJI), que se aumentase la intervención comunitaria, debido a que la soledad no deseada se ha constituido como uno de los mayores problemas de nuestra sociedad actual.