
Bartolomé Freire: "La jubilación es un gran cambio vital que requiere preparación psicológica"
Lunes 17 de marzo de 2025
ACTUALIZADO : Lunes 17 de marzo de 2025 a las 17:01 H
7 minutos
Entrevista al psiquiatra y terapeuta, autor del libro 'La Jubilación, una nueva oportunidad'

La jubilación representa una etapa vital con múltiples transformaciones que desencadenan un proceso psicológico particular, lleno de desafíos y oportunidades. De ahí que expertos en el tema como el doctor Bartolomé Freire (@doctorfreire), psiquiatra y terapeuta, autor del libro La Jubilación, una nueva oportunidad' (LID Editorial) recomiendan una preparación previa para saber qué es lo que nos espera. "Es una de las transiciones más importantes de nuestra vida, un gran cambio vital que requiere una preparación psicológica previa para que sea una transición exitosa y satisfactoria". Así lo recomienda en esta entrevista realizada a principios de 2025, un año que espera esté lleno de "nuevas oportunidades" para las miles de personas que estén pensando en jubilarse.
Según Freire (75 años), que comenzó a investigar en profundidad la jubilación a medida que se acercaba a ella a los 60 años, denuncia que es un "asunto bastante desconocido y sobre el que apenas hay bibliografía e investigaciones específicas" a pesar de ser uno de los grandes hitos en la vida de una persona. Y propone que debería haber, "al menos en las grandes empresas", un plan que ayude a los empleados en este tránsito. "La jubilación no es simplemente dejar de trabajar; implica una transformación profunda que afecta diversos aspectos de la vida y la identidad de cada persona: se pierden unas cosas, pero se pueden ganar otras", asegura.

Cambio de vida y redefinición de la propia identidad
El psicoterapeuta, que ha pasado parte de su carrera en el extranjero y dirigió uno de los primeros centros comunitarios de salud mental que se abrieron en la Comunidad de Madrid, recalca que tras la jubilación, no solo se pierde la actividad laboral, sino también la estructura y el rol que forma parte de la identidad de cada individuo. "En nuestra sociedad el trabajo juega un papel muy importante en nuestra vida, por eso es importante prepararse para vivir sin él.
"Dejar el trabajo puede generar un vacío, pues el trabajo está ligado a la idea que cada persona tiene de sí misma. El trabajo es un medio en el que se desarrollan habilidades, se encuentran amistades y se obtiene valor como adultos", explica el doctor. Por ello, insiste en que la transición a la jubilación implica una redefinición de la propia identidad. No obstante, sugiere que bien afrontada, puede llevar también a encontrar nuevas vías y oportunidades de autorrealización, animando a las personas a ser proactivas en la construcción de su nueva etapa vital. "Jubilarse no es solo un mundo sin planes, sino un plan de vida".
Recomendaciones para quienes se vayan a jubilar
Freire enfatiza la necesidad de "ser conscientes de lo que se pierde y de lo que se gana al jubilarse" para poder vivir esa transición de manera saludable. "Es importante darse un tiempo cuando cuando te vas a jubilar o incluso un año antes de jubilarte para pensar en qué está significando todo eso para ti," aconseja. Esta reflexión ayuda a entender lo que se necesita una vez jubilado y a buscar actividades que reemplacen el vacío que deja el trabajo, reportando parte de lo que se obtenía al trabajar. "Mucha gente empieza a estudiar, hace voluntariado, o inicia proyectos que le aportan ese reconocimiento que antes recibían a través de la actividad laboral".
Freire recomienda que las personas se planteen la jubilación y se imaginen en esa posición, anticipando cómo se sentirán y cuáles desafíos enfrentarán. “Está bien que uno se plantee que se va a jubilar... y trate de captar qué cómo se va a sentir”, señala Freire. Además, sugiere pensar en actividades que les gustaría realizar, como cursos, deportes o actividades artísticas. Recomienda iniciar esta preparación al menos un año antes de jubilarse, contemplando también aspectos económicos debido a la reducción de ingresos con la pensión, que reconoce que es una de las grandes preocupaciones del tránsito a la jubilación.

La jubilación, como libertad total de elección
A pesar de los cambios que implica, Freire considera la jubilación como "una oportunidad para elegir y hacer cosas que antes no eran posibles por las obligaciones laborales". "La jubilación es una época muy especial de la vida en la que realmente puedes hacer en la que eres muy libre para elegir, tú eres tu propio jefe" afirma. Para aprovechar esta oportunidad, es necesario "trabajárselo," estableciendo, según recomienda "metas realistas, un plan y una disciplina", que respondan a las propias aspiraciones y valores, que pueden ser diferentes a los de la etapa laboral. "Es también momento para ir sin prisas, pero es cierto que mucha gente teme que parar demasiado traiga consecuencias en la salud o les deprima". Para ellos recomienda tener una "actitud abierta y optimista ante la oportunidad".
También sugiere plantearse previamente aspectos como el cambio que va a suponer en el núcleo familiar, si se tiene. Es decir, anticiparse a los cambios que puede haber en la relación con la pareja o los hijos. "Es uno de los aspectos del día a día que más pueden cambiar, así como posibles problemas de salud, pero que cada vez aparecen más tarde". Y propone que nunca es tarde para establecer este plan. "Si ya estás jubilado, estás a tiempo de replanificar qué quieres hacer con tu vida, porque hoy en día puedes pasar muchos años jubilado. La recomendación es no llenar el tiempo por llenarlo, con miles de actividades, sino establecer un propósito vital propio".
Los cinco tipos de jubilados
No obstante, reconoce que tras la investigación que emprendió para escribir su libro, constató la heterogeneidad de los perfiles de personas mayores, que también se aplican a los jubilados. A grandes rasgos resumió que hay cinco tipos de jubilados, "aunque todos podemos tener un poco de todos".
- Los atareados son personas que continúan su trabajo, o buscan una tarea que se convierta en el centro de su vida. Se trata de personas que se sentían muy identificadas con lo que hacían antes, que habían disfrutado mucho de su trabajo.
- Los disfrutadores son personas que quieren disfrutar de las posibilidades que la jubilación ofrece, pero de una manera relajada, sin compromisos. En este grupo había muchas mujeres que valoraban tener la libertad de hacer lo que querían, porque durante toda su vida habían estado gobernadas por sus padres, sus maridos, sus hijos, la casa, el trabajo… y ahora era el momento de escucharse a sí mismas.
- Los sosegados no querían tensiones ni agobios. Decían que habían tenido muchos problemas durante su vida, y ahora estaban centrados en la casa, valoraban su relación de pareja, y huían de cosas que les provocaban ansiedad.
- Para los exploradores la jubilación había sido un punto de inflexión para cambiar su vida o a ellos mismos, desarrollando nuevas habilidades o cambiando el enfoque. En este grupo hay muchas mujeres que habían tenido un déficit de educación.
- Los desenfocados no tienen un plan propio para vivir la jubilación, ocupan su vida con rutinas, y muchos se sienten insatisfechos y utilizan calificativos peyorativos sobre esta etapa.
Pero, además, dentro de cada grupo había personas que desarrollaban nuevas habilidades, aprendían cosas, enriquecían sus relaciones, avanzaban en su autoconocimiento... mientras otros no se sentían satisfechos con lo que estaban haciendo", enumeraba. Y concluye que "la mayor felicidad puede llegar en edades avanzadas, porque las personas mayores adaptamos nuestras expectativas a la realidad, lo que contribuye a que las personas mayores se declaren más felices que las personas, por ejemplo, de 40 años".