El beer pong, el famoso juego de beber originario de Estados Unidos, podría ser el origen de un brote masivo en febrero de 2020 que se expandió por todo el mundo, según informa ABC,por el que el viernes pasado comenzó un juicio.
El juego, muy popular en las fiestas con amigos para beber de forma divertida, consiste en dos equipos, cuyos jugadores tienen que encestar una pelota de ping pong en los vasos del grupo rival. Si lo consiguen, el contrincante debe beber la cerveza del vaso. Después será su turno para lanzar y así, se seguirá el mismo proceso. Pero además, si se quiere añadir dificultad, la pelota puede ser lanzada con la boca en lugar de con la mano.
Aunque este juego quedó prácticamente prohibido en las reuniones con la llegada del coronavirus, en su momento supuso un importante brote a comienzos del año pasado.
La estación de esquí donde comenzó todo
La localidad de Ischgl (Austria), conocida como la Ibiza de los Alpes, apenas tiene 1.600 habitantes, pero su estación de esquí se ha convertido en un gran atractivo turístico que recibe cerca de medio millón de visitantes cada invierno. En esta estación se encuentra el local Kitzloch, muy conocido por jugar a esta variante del beer pong con la boca .
En un momento en que apenas se había oído hablar del coronavirus, nadie le dio demasiada importante al hecho de usar una misma bola para todos. Sin embargo, podría haber sido el origen de unbrote masivo que se expandió por todo el mundo. El 5 de marzo, cuando el Gobierno de Islandia avisó a las autoridades regionales del Tirol que cinco ciudadanos habían dado positivo al regresar del resort, la estación fue evacuada de inmediato, pero eso no evitó que más de 6.000 personas de 45 países diferentes, o sus familiares, se contagiaran de coronavirus.
“Al menos cuatro continentes han reportado contagios vinculados con la estación de Ischgl, llegando a convertir a esta diminuta localidad de 1.600 habitantes en uno de los principales vectores de contagio de la COVID-19. Noruega, Dinamarca, Islandia o Alemania han rastreado hasta medio millar de contagios vinculados con esta localidad”, explicó a la CNN Jan Pravsgaard Christensen, profesor de inmunología de enfermedades infecciosas de la Universidad de Copenhague. “Al principio, no entendíamos cómo podían haber sucedido tantos casos. Hasta que nos dimos cuenta de que intercambiaban saliva porque estaban jugando al beer pong usando sus bocas", añadió.
"Pudo haberse evitado"
Ahora, estas más de 6.000 personas afectadas han demandado a las autoridades del país por negligencia, alegando que son responsables de sus contagios o de la muerte de sus familiares. Aseguran que las infecciones se produjeron por la caótica gestión que llevó a cabo el Gobierno en marzo de 2020.
El juicio contra Austria por esta presunta negligencia comenzó el viernes 17 de septiembre. Mientras que los abogados de los demandantes critican que "se podría haber evitado" y que el gobierno actuó "demasiado tarde", convirtiendo la localidad de Ischgl, así como su área circundante, en un "foco de contagios", las autoridades del país defienden que se siguieron las indicaciones de la Unión Europea y de la Organización Mundial de la Salud.
Sobre el autor:
María Bonillo
María Bonillo es licenciada en Comunicación Audiovisual y Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Escribe principalmente sobre temas de sociedad. También tiene experiencia en comunicación corporativa de empresas como OmnicomPRGroup y Pentación Espectáculos.