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Los monjes benedictinos del Valle de los Caídos han recordado que llevan "62 años" viviendo allí y que se han dedicado a "orar, trabajar y estudiar", aunque han evitado pronunciarse directamente sobre la resignificación del Valle de los Caídos y sobre la expulsión de su comunidad religiosa.
"Nuestra vida cotidiana durante estos 62 años en el Valle ha venido siendo una vida de oración, trabajo y estudio, dedicada de un modo muy especial al culto divino en la Basílica y en el monasterio", han afirmado los monjes.
Asimismo, han precisado que también se dedican "a la enseñanza y la promoción del canto gregoriano y de la música sacra, así como a otras tareas culturales e investigaciones, y a acoger a quienes desean pasar unos días de retiro y de paz interior en este lugar".
Así se han pronunciado los monjes días después de que el Gobierno anunciara que planea "resignificar" el Valle de los Caídos, para convertirlo en un cementerio civil protegido por Patrimonio Nacional, tal y como recoge el anteproyecto de Ley de Memoria Democrática, aprobado el pasado 15 de septiembre en Consejo de Ministros.
La vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, también anunció que los benedictinos tendrán que salir "automáticamente" del lugar porque su presencia es "incompatible" con la resignificación.
"La fundación de los benedictinos se extinguirá automáticamente, no está en el objetivo de los fines en los que va a estar el Valle de los Caídos y, entre tanto, hasta que se produce la extinción, habrá un régimen transitorio que regularemos mediante decreto y llevaremos al paraguas de protección y decisión del Consejo de Administración de Patrimonio Nacional, el responsable del Valle de los Caídos", puntualizó Calvo.
Desde el anuncio del Gobierno, algunas asociaciones como Enraizados y HazteOír están recogiendo firmas para impedir que el Gobierno expulse a los monjes del Valle de los Caídos. También la Asociación para la Defensa del Valle de los Caídos ha hecho un llamamiento a la "movilización" para "evitar la demolición de la Cruz".
Si bien, fuentes de Moncloa precisaron el pasado martes que la "resignificación" del Valle de los Caídos no pasa por derribar la gran cruz que preside el complejo. El planteamiento del Gobierno es "explicar el monumento en su conjunto, y el monumento en su conjunto lleva incluida la cruz", según puntualizaron.