Sociedad

Bonos sociales, un instrumento financiero al servicio de los más vulnerables

Manuela Martín

Jueves 3 de noviembre de 2022

5 minutos

Banco Santander explica cómo los bonos ayudan a mayores, niños, inmigrantes y otros colectivos

Bonos sociales, un instrumento financiero al servicio de los más vulnerables Foto: bigstock
Manuela Martín

Jueves 3 de noviembre de 2022

5 minutos

Cada vez son más las empresas, como Banco Santander, que centran sus estrategias e inversiones en actuaciones que ayuden a las personas mayores, niños, inmigrantes y otros colectivos en riesgo de exclusión social. Los bonos sociales son los instrumentos de deuda utilizados para ello, cuyos fondos se destinan a financiar o refinanciar proyectos que busquen solventar parcial o totalmente un determinado problema común, ayudando así a los colectivos más vulnerables.

Estos bonos sociales se basan en criterios Ambientales, Sociales y de Buen Gobierno, conocidos como ASG. La ‘A’ alude a las actuaciones realizadas para cuidar del planeta, a través de la reducción y neutralización de las emisiones de carbono, el reciclaje o la protección de la biodiversidad, entre otros. La ‘G’, por su parte, representa la transparencia o la veracidad de las instituciones. Y, por último, la ‘S encarna el componente social.

El grupo bancario español explica que la ‘S’ refleja la repercusión que tienen en la comunidad las actividades desempeñadas por instituciones y corporaciones en términos de diversidad, derechos humanos o cuidados sanitarios. En los últimos años, el panorama de las organizaciones ha sufrido un cambio sin precedentes y ahora no basta con que ofrezcan a los consumidores sus productos y servicios, sino que cada vez más personas, además de cubrir sus necesidades básicas (como la alimentación, la ropa o el transporte), buscan también satisfacer sus intereses y preocupaciones.

Según Climate Bonds Market Intelligence, las emisiones de bonos sociales, sostenibles, vinculados a la sostenibilidad (SLB) y con etiquetas de transición han reflejado un fuerte impulso gracias, en buena medida, a los bonos pandémicos: en 2021 el volumen ascendió hasta los 646.500 millones de dólares, un 50% más frente a los 434.500 millones de 2020, cuando el mercado registró su mayor crecimiento y diversificación. Si se mide respecto a los datos de 2019, 98.200 millones, el aumento es del 343%.

Bonos sociales, un instrumento financiero al servicio de los más vulnerables Foto: Santander

Los bonos sociales son la cara más humana de las finanzas sostenibles”, aseguran desde Banco Santander. En este sentido, la entidad se ha marcado unos objetivos muy ambiciosos en materia social y cuenta con distintos tipos de bonos sociales:

  • Mercado laboral

En lo que se refiere al mercado laboral, los fondos están orientados a mantener o incrementar la ocupación de una determinada población y mejorar todo lo que rodea a ésta, como puede ser, entre otros, la prevención de riesgos. El Santander señala la importancia de fijar y medir el impacto que se quiere conseguir. Así, con un bono social para proteger el empleo, será necesario proporcionar al comprador información sobre, por ejemplo, el número de empleos creados o no destruidos, entre otros.

  • Sanidad

En segundo lugar, Banco Santander menciona los bonos sociales enfocados a la Sanidad, donde el objetivo es reforzar y aumentar los recursos en este sector tan necesario para la sociedad con proyectos destinados a dotar de camas en los hospitales, aumentar el número de plazas en lugares como residencias, disponer de más material sanitario, etc.

  • Vivienda

También hay bonos destinados a la Vivienda, dirigidos a fomentar la emancipación o ayudar a aquellas personas que llevan un tiempo en régimen de alquiler, bonificando, a través de una ayuda económica, una determinada parte de la cuota mensual; o para garantizar los suministros, los bonos más demandados por los colectivos vulnerables. Dentro de esta categoría, destacan los bonos sociales eléctricos (para cubrir las necesidades de energía eléctrica como la luz), térmicos (por ejemplo, la calefacción), de infraestructura básica (garantiza el acceso a servicios de telecomunicaciones como Internet); o aquellos que contemplan varios supuestos (ayudar principalmente a las unidades familiares con los gastos en agua, gas, electricidad, etc.).

  • Servicios financieros, educación y cultura

Los Servicios Financieros, la Educación y la Cultura son otras de las áreas que pueden ser objeto de los bonos sociales. Banco Santander apunta que, en el primer caso, la meta es empoderar financieramente a los colectivos más vulnerables o en riesgo de exclusión, mediante distintas iniciativas entre las que destaca la financiación. Los proyectos para la Educación se centran en estimular la formación y desarrollo académico de determinados grupos. Como en los casos anteriores, las ayudas no solo consisten en apoyo económico, sino también en recursos materiales como pueden ser libros, mobiliario, dispositivos tecnológicos como ordenadores. Por último, los bonos sociales dedicados a la Cultura pueden ir destinados al fomento de la cultura, a través de productos, tanto en soporte físico (libros, discos, videojuegos, etc.) como digital (libros electrónicos, audiolibros, pódcast, suscripciones a publicaciones periódicas como pueden ser revistas…); y actividades, como entradas para artes escénicas, museos, exposiciones, cine, bibliotecas o festivales.

¿Quiénes pueden solicitar un bono social?

Para solicitar un bono social no hay un requisito predeterminado, todo dependerá de las pautas que determine la organización emisora, así como de otros aspectos propios de la geografía a la que vayan destinados, como puede ser la legislación vigente. No obstante, algunas variables suelen tenerse en cuenta con frecuencia. Entre ellas, la edad (por ejemplo, los jóvenes en bonos culturales o educativos); la geografía o alcance de la prestación (local, regional, nacional o supranacional); o, para bonos sociales destinados a las ayudas para el alquiler, un requisito habitual suele ser estar un determinado tiempo empadronado en el lugar en cuestión.

La situación económica es otro de los elementos a considerar y suele hacer referencia a los ingresos brutos percibidos por el solicitante o su unidad familiar. Relacionado con ello, está la situación de empleo, contemplando supuestos como el desempleo, la reducción de jornada, la regulación temporal de empleo, etc. Y, por último, el estado civil y el número de miembros que componen la unidad, considerando generalmente aspectos como el de las familias numerosas o la presencia de uno o varios miembros que posean un determinado grado de discapacidad o dependencia.

Sobre el autor:

Manuela Martín

Manuela Martín es redactora especializada en temas de salud y ocio.

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