Fotos georefernciadas, expedientes de la PAC en la nube, cuadernos de campo digitales, solicitudes online, riego controlado por wifi, sistemas de ordeño digitales, drones para controlar cultivos, programas de gestión de rebaños… la digitalización ha llegado al campo creando un problema de brecha digital generacional.
Una nueva tractorada quiere bloquear todos los accesos a Madrid este miércoles. Una de las quejas de los agricultores y ganaderos que en las últimas semanas protestan por toda España es la excesiva burocracia que soportan. También por la exigencia de Bruselas de que las explotaciones se digitalicen este mismo año.
En un sector tan envejecido como es el campo en España, la digitalización es una dificultad añadida. Los agricultores en España tienen una edad media de 61 años y más del 40% de los jefes de explotación actuales tienen más de 65 años. Para muchos de ellos, estas exigencias son una barrera infranqueable. Los pocos jóvenes que se incorporan al campo llegan con formación y herramientas digitales. Pero la mayoría de los agricultores mayores, lo que quieren seguir trabajando, pendientes de la tierra, no de una pantalla de ordenador.
Sin habilidades digitales
La digitalización es un fenómeno imparable, cuyo avance es, en ocasiones tan acelerado, que deja atrás a colectivos, como el de las personas mayores. Hemos visto exclusión financiera por parte de la banca, gracias a la campaña ‘Soy Mayor, no Idiota’. Pero también hay brecha en otros ámbitos, como la administración pública o la sanidad. Y sí, también sufren este yugo los agricultores.
Fidel López tiene 70 años, y sigue en activo. Es agricultor en Cañizo, Zamora, y tiene una explotación de secano, concretamente de cereal y girasol. “Esto es un problema muy grande para nosotros” explica a 65YMÁS. “Para mí, personalmente, desde luego que sí, con esta edad. Lo primero es que no tengo medios, yo no tengo ordenador”, confiesa. “Quizá los que son jóvenes estén preparados para esto, pero yo no, y te aseguro que toda la gente del campo de mi tiempo, tampoco”, nos cuenta Fidel, que estaba en el campo y ha parado un momento para atendernos. “Esto nos ha pillado ya mayores, y si nos obligan, pues tendremos que dejarlo todo, porque ya no somos capaces de adaptarnos a esto”.
En el campo hay brecha digital geográfica, pero también brecha generacional en la agricultura. “Mientras que los jóvenes agricultores tienden a adoptar más rápidamente las tecnologías digitales, muchos agricultores de edad madura pueden sentirse menos familiarizados o cómodos con estas herramientas”, dice Raúl Fierro, CEO y fundador de More Than Hosting, una consultora tecnológica especializada en desarrollos específicos de entornos del sector agrícola, y autor del blog Agromaquinaria.
“Cada vez hay más burocracia y más exigencias, te dicen lo que puedes sembrar y lo que no, el abono que puedes echar y ahora te piden las cosas por Internet”, dice a este diario Amador Ayuso, agricultor de Valdesaz, Guadalajara que, a punto de cumplir los 66 años, sigue al pie del cañón de su explotación de leguminosas y cereales. “Van a obligar a que muchos como yo tiremos la toalla”, lamenta.
“Yo no estoy muy enterado del cuaderno digital, creo que van a dar más tiempo antes de queeso sea obligatorio. Así lo espero, porque para mí es imposible”, asegura. “Yo con mi edad, no voy a entrar en eso, habrá que mandarlo a la asociación o, sencillamente, dejar el campo. Yo con 66 años no puedo ponerme a estudiar para aprender a usar la tecnología” nos dice este agricultor.
En efecto, las organizaciones agrarias, hasta ahora, han ayudado a los agricultores con la burocracia. “Yo me he dedicado toda pues la vida a cultivar la tierra, y los temas burocráticos han sido asunto de los técnicos del sindicato, de UPA, a la que yo pertenezco, que son quienes nos ayudan con estos temas… pero claro, eso del libro digital, que se tiene que rellenar cada día, con un montón de datos… no sé qué pasará, pero yo no tengo medios ni capacidad para eso”, se queja el agricultor zamorano Fidel López.
Medidas de alivio
El próximo 26 de febrero, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, acudirá al Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europea, donde presentará una batería de propuestas para dar respuesta a las demandas del sector. trasladará la necesidad de flexibilizar la Política Agraria Común (PAC), simplificar la carga administrativa para agricultores y ganaderos, y una mayor rigurosidad en las cláusulas espejo.
De momento, el ministro Planas ya ha anunciado a las principales organizaciones agrarias un paquete de medidas para atender las demandas de los agricultores y ganaderos, movilizados por toda España desde hace semanas. Destaca la creación de una agencia estatal de información y control alimentario, para reforzar la Ley de Cadena Alimentaria. En total ha presentado 18 medidas entre las que también hay alguna que aborda, directamente, esta brecha digital que afecta a los agricultores más mayores.
Luis Planas ha planteado que el Cuaderno digital, contemplado en la nueva PAC, sea voluntario y no obligatorio a partir de septiembre, tal y como estaba establecido hasta ahora. Pese a valorar estas medidas como “interesantes”, las principales organizaciones agrarias, por el momento, mantienen las movilizaciones y su calendario de protestas.
Cuaderno digital
La nueva Política Agraria Común (PAC) para el periodo 2023-2027 que entró en vigor hace ahora un año, establecía la obligatoriedad de digitalizar las explotaciones agrícolas y ganaderas, lo que lleva aparejado la entrada en vigor, progresiva, del Cuaderno Digital de Explotación Agrícola (CUE).
Este cuaderno supone cambiar del soporte en papel del cuaderno de explotación tradicional a un soporte digital. Este cuadro permite al agricultor sacar mejor provecho de la información que genera, la pueda transmitir a las administraciones fácil y rápidamente y permite avanzar hacia el objetivo de una gestión eficiente y respetuosa con el medio ambiente.
Pero, de nuevo, todas estas ventajas chocan con la brecha digital que castiga en mayor medida al medio rural y a los profesionales de campo más mayores, con menos habilidades digitales.
El ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) ya había aplazado la entrada obligatoria de este cuaderno digital hasta septiembre de este año. Ahora, por las movilizaciones, se abre a que sea de aplicación voluntaria. El propio ministro Luis Planas ha reconocido que han sido numerosos los agricultores y ganaderos que han encontrado dificultades en su uso. No obstante, Planas, consiera que el cuaderno digital es un “instrumento fundamental para el presente y el futuro”, por lo que incentivará su puesta en práctica, pero desde la voluntariedad.
Infraestructuras y conectividad deficientes
Hablar de brecha digital en el medio rural es mucho más que las dificultades con la digitalización con la que se encuentran la gente del campo de mayor edad. El problema es mayor y más profundo. En primer lugar, muchos pequeños pueblos de España ni siquiera tienen la cobertura a Internet adecuada.
“Los agricultores se enfrentan a la difícil tarea de mantenerse al día con las demandas tecnológicas, mientras luchan con la realidad de conexiones a internet imposibles, intermitentes o velocidades de navegación muy lentas”, dice Raúl Fierro.
“En algunos sitios ni hay cobertura de Internet, ni hay posibilidades. Es que tampoco es cuestión de decirnos que aprendamos a usar la tencología. Aquí en Zamora hay muchas zonas de sombra donde todavía no llega Internet, o llega mal, a ratos”, se queja el agricultor Fidel López.
“Es esencial que las directrices europeas no solo destaquen la digitalización, sino que también aborden la brecha digital en el campo. La inversión en infraestructuras de conectividad rural y la consideración de soluciones prácticas para regiones remotas son pasos fundamentales para garantizar que todos los agricultores, independientemente de su ubicación, puedan beneficiarse de las oportunidades que ofrece la era digital en la agricultura para la gestión de sus explotaciones y de su actividad diaria”, añade Raúl Fierro.
“La verdadera transformación solo será posible cuando la conectividad llegue a cada rincón del campo”, concluye.
Agricultura 4.0
Eficiencia, optimización, sostenibilidad, son algunos de los beneficios que la digitalización aporta al campo. La implantación de la agricultura de precisión, con sistemas de regadío avanzados que reducen el consumo de agua y electricidad en las cosechas, o el uso de la tecnología GPS y de sensores de lluvia o calor son ejemplos de cómo la digitalización puede ayudar a mejorar la producción en los cultivos y, así, fijar población en el medio rural. “Los drones, por ejemplo, sirven para prever los climas que van a afectar a las cosechas a medio y largo plazo, y saber el impacto que pueden tener en el rendimiento de un producto”, dice Manuel Delgado, miembro de Copa-Cogeca, la asociación que aúna a las principales organizaciones europeas de agricultores.
Falta de relevo generacional
La edad media de los agricultores y ganaderos en España, ahora mismo, está en 61,4 años. “El escaso relevo generacional es uno de los mayores hándicaps a los que se enfrenta el sector”, asegura Pedro Álvarez Ondina, economista en el departamento de Economía Española de Caixa Bank Research, en su último análisis sobre el sector agroalimentario.
Yo tengo un hijo, es arquitecto, y no va a seguir mis pasos. Él se ha dedicado a estudiar, trabaja en Valladolid y no se preocupa por el campo. Yo no tengo relevo generacional. Y como yo, pues hay muchísima gente, que no tienen a quien dejarle su explotación. No sé qué hare, estoy en esa disyuntiva. Tendré que alquilar la explotación, o venderla… pero ¿a quién? Si nadie quiere trabajar en el campo ya”, nos dice el agricultor zamorano, Fidel López. En la misma línea, el alcarreño Amador Ayuso confiesa que “estoy a punto de cumplir 66 años y no tengo relevo generacional. Los jóvenes no quieren esto. Así que cuando yo termine, pues no sé, venderé el tractor y la tierra, si es que se venden… y esto me duele mucho. Pero antes o después tendré que dejarlo”.
El relevo generacional no solo es fundamental para asegurar la pervivencia del campo, sino para la digitalización llegue al campo. “Los jóvenes que llegan al sector vienen con otros método y tienen conocimientos. Tienen ilusión, voluntad de trabajar y de hacer las cosas distintas. Son ellos los que tienen que adoptar las tecnologías, no nosotros, que estamos en el final del recorrido”, asegura Fidel López.
“La falta de habilidades digitales en algunos casos puede limitar la adopción de tecnologías agrícolas avanzadas. Sin embargo, se vislumbra una oportunidad en la capacitación y el intercambio de conocimientos entre las generaciones”, dice Raúl Fierro.
“A los jóvenes les gusta gestionar la granja desde su tablet. Se ha tardado en entrar en estas líneas, pero ahora la digitalización sí se está moviendo”, asegura Carles Peris, secretario general de la Unió de Llauradors. “Hoy en día las granjas ya aplican sistemas tecnológicos muy avanzados, que nos permiten tener digitalizada muchas partes de la explotación”.
“Facilitar el acceso a la tecnología de manera gradual y adaptada a las necesidades individuales podría promover la adopción exitosa de herramientas digitales entre agricultores de todas las edades. La colaboración intergeneracional no solo fortalecerá la cohesión dentro de la comunidad agrícola, sino que también contribuirá a una transición más suave hacia una agricultura digital y sostenible”, concluye Fierro.
Sobre el autor:
Beatriz Torija
Beatriz Torija es periodista y documentalista, especializada en información económica. Lleva 20 años contando la actualidad de la economía y los mercados financieros a través de la radio, la televisión y la prensa escrita. Además, cocina y fotografía.