Un estudio de la revista Arteriosclerosis, Thrombosis and Vascular Biology de la Asociación Americana del Corazón reconoce que el consumo de ciertos alimentos puede aumentar el riesgo cardiovascular.
La razón: pueden contener ciertas sustancias tóxicas.
Y algunas de estas se encuentran en productos tan comunes como el arroz o las cabezas de gamba.
En concreto, en el primero de los casos, este puede contener arsénico y, en el segundo, cadmio.
Con todo, estos metales no sólo están presentes en alimentos, sino también en el agua potable o incluso en drogas como el tabaco.
Y el impacto de estos metales se nota en la salud. Según cuentan expertos en un artículo publicado en El Español,el 31% de las enfermedades cardiovasculares podrían prevenirse si se limita el impacto de estos metales que están en nuestro entorno.
Y es que se trata de un riesgo real puesto que, según estudios, la exposición en grandes cantidades a estos metales puede provocar una aterosclerosis de las arterias carótidas –se acumula allí–, algo que puede derivar en ictus.
Eso sí, relatan en el artículo, para que pueda suponer un potencial problema para la salud, la exposición debe ser prolongada en el tiempo. Es decir, estos altos niveles de metales se ven en personas de más edad.
Además, también se observa un mayor número de tóxicos en mujeres o en fumadores.
Sobre el autor:
Raúl Arias
Raúl Arias es periodista especializado en Política, Economía y Sociedad. Licenciado en la Universidad Complutense de Madrid, ha trabajado en diferentes medios de tirada nacional, siempre pegado a la actualidad.