Lidia Béjar
Sociedad
Cada vez son más los profesionales sénior que deciden opositar para conseguir estabilidad laboral
Ven en el empleo público una oportunidad para llegar a la jubilación con mayor tranquilidad

Según un análisis del centro de preparación para opositores Supera, el 9% de sus estudiantes tiene entre 50 y 60 años. Aunque todavía es un porcentaje minoritario, refleja una tendencia al alza. Cada vez más personas mayores de 50 deciden opositar con el objetivo de lograr una mayor estabilidad laboral y mejorar sus condiciones económicas.
El informe muestra que el grupo mayoritario se sitúa entre los 18 y los 30 años, representando el 39% del total. Le siguen los opositores de entre 30 y 40 años (28%) y aquellos entre 40 y 50 años (23%). A pesar de estar en minoría, el número de mayores de 50 años que deciden opositar crece progresivamente.
En un contexto laboral marcado por la incertidumbre y la precariedad, muchos profesionales en la recta final de su carrera ven en el empleo público una segunda oportunidad para consolidar su futuro y llegar a la jubilación con mayor tranquilidad.

Consejos
El perfil de los opositores de más de 50 años es aquel que busca un empleo fijo que les ofrezca seguridad de cara a la jubilación. Muchos compatibilizan la preparación con un trabajo, lo que les obliga a estudiar menos horas al día. Además, suelen preparar varias convocatorias a la vez, aumentando así sus oportunidades.
Gema Díaz, psicóloga experta en opositores, anima a romper estereotipos: "Uno de los grandes mitos es que las personas mayores ya no tienen capacidad mental, y eso es falso. El cerebro mantiene su plasticidad, y con entrenamiento, puede aprender con éxito”. Según explica, retomar el estudio “al principio cuesta, pero se puede. Poco a poco, con constancia, los resultados llegan".
Es el caso de Esperanza, que con casi 60 años logró su plaza como funcionaria en la Seguridad Social en menos de un año. "La clave fue la organización del tiempo", cuenta. "Me levantaba a las cinco de la mañana y estudiaba hasta las seis y media. Luego me iba a trabajar. Por la tarde, al volver a casa, retomaba el estudio". Estudiar a su edad supuso un esfuerzo extra, pero aprendió a mantener la motivación equilibrando estudio y bienestar. Habla así de la importancia de desconectar: "Si no, la oposición se convierte en una carga emocional".
Opositar como forma de conseguir estabilidad laboral
Las oposiciones se han consolidado como una salida fiable para quienes buscan estabilidad laboral, especialmente en los años previos a la jubilación. Desde Supera destacan que el momento actual es especialmente favorable para opositar. "Estamos ante una coyuntura excepcional, con la eliminación de la tasa de reposición y un volumen histórico de plazas ofertadas en las últimas convocatorias. Esto abre una puerta real para todas las personas, sin importar su edad, que quieran optar por un empleo público", señalan desde el centro.
El mensaje está claro: opositar no tiene edad. Y quienes lo hacen a partir de los 50, lejos de llegar tarde, están dando un paso valiente hacia un futuro más seguro.