Muchos de nuestros hábitos diarios afectan al medioambiente, a veces sin que nos demos cuenta: lo que comemos, cómo nos movemos, la forma de consumir... E igualmente, cada uno de esos gestos son una oportunidad para contribuir a favor del medioambiente, el consumo responsable y la sostenibilidad. Para ello, lo primero es saber cuál es la huella ecológica que dejan nuestros hábitos diarios.
Solo es necesario contestar a unas cuantas preguntas sencillas que tendrán una valoración para cada una de las áreas mencionadas. También obtendremos una valoración global, así como una serie de consejos personalizados que nos ayudarán a cambiar los hábitos menos sostenibles.
Nuestro impacto en el medioambiente
La OCU explica además cuáles son las áreas donde se consiguen mejores resultados: la de Residuos, donde la huella está por debajo del 35%. Es decir, en el reciclaje es donde tenemos en general un mejor comportamiento ambiental y donde somos más activos. En este sentido, destacan que la educación para el reciclaje ha logrado un impacto positivo, y es que el 56% de los usuarios opta por productos reutilizables, recargables o rellenables cuando es posible.
Por el contrario, el área con los peores resultados es el de la Movilidad, que cuenta con una huella e impacto ambiental superior, con el 54% de media. Y esto es así porque para las distancias intermedias de más de 3 km y distancias largas, el coche es la opción mayoritaria, mientras que solo un 23% de las personas utiliza la bicicleta o camina para ir al trabajo o a su centro de estudios cada día, y apenas uno de cada 5 usuarios recurre al transporte público. El coche es el método de movilidad urbana más utilizado, un 47% usa el coche a diario y la gran mayoría son vehículos tradicionales diésel o gasolina.
Por esta razón, desde OCU recomiendan usar los transportes públicos para los desplazamientos diarios, y si las distancias no son grandes, usar la bicicleta o caminar. En caso de utilizar el coche, podemos probar a compartir el trayecto con otros pasajeros: amigos, familiares, blablacar, etc., para reducir la huella ecológica y repartir gastos. Y para desplazamientos largos, recomiendan siempre que se pueda usar alternativas al avión, ya que genera el triple de emisiones contaminantes que viajar solo en un coche la misma distancia, o veinte veces más hacer el viaje en tren.
El impacto en otras áreas
Recuerdan además que también hay una "sensible huella ecológica" en otros aspectos, como el agua, la energía, las compras o la alimentación.
Agua: la huella media de los usuarios de la calculadora es un 42%. Esto revela que son abundantes las duchas cortas y que la mayoría de las cisternas tienen sistemas de reducción de agua, sin embargo, "todavía queda margen de mejora en esta área". En este sentido, recomiendan instalar grifos eficientes y reparar los que gotean (un 11% de los encuestados reconoce tener un grifo o cisterna que gotea)
Energía: un 42% es la huella media de los usuarios en este área. Aunque hemos adquirido muchos hábitos sostenibles como el uso de lámparas led, electrodomésticos eficientes..., aún hay formas de mejorar, como adoptando un sistema de calefacción más eficiente.
Compras: la huella media de los usuarios en este área es del 45%. La mitad de los usuarios de la calculadora de la OCU hacen la compra en tiendas cercanas, y 6 de cada 10 tiene en cuenta el lugar de origen y que sean productos de temporada. En cuanto a la ropa, en general se consume por encima de la capacidad de renovación del planeta, por lo que consideran necesario reflexionar antes de comprar y apostar por materiales de buena calidad que duren más años.
Alimentación: de igual forma, los hábitos alimentarios tienen un gran impacto en el entorno. De hecho, el reciente informe de huella ecológica del consumo en España del Ministerio de Consumo, la alimentación en general y a la ganadería en particular suponen la mitad de la huella de nuestro consumo. Según la calculadora de la OCU, el 93% de los usuarios comen carne (un 54% dice que “solo come carne de vez en cuando”, mientras que un 39% declara comer “bastante carne”); el 6% se declaran vegetarianos y un 1% son veganos. Desde la organización recomiendan reducir la ingesta de alimentos de origen animal, diversificando las carnes y optando preferentemente por las procedentes de producción de mejor calidad, extensivas, de pasto..., es decir, un tipo de producción con un impacto social positivo. De igual forma, es importante priorizar la ingesta de proteínas vegetales y consumir preferentemente productos de temporada, locales y de cercanía.
Sobre el autor:
María Bonillo
María Bonillo es licenciada en Comunicación Audiovisual y Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Escribe principalmente sobre temas de sociedad. También tiene experiencia en comunicación corporativa de empresas como OmnicomPRGroup y Pentación Espectáculos.