A medida que crecemos nuestro cuerpo va cambiando. Desde que somos pequeños, el cuerpo crece y se va desarrollando hasta que somos adultos, cuando nuestro organismo aunque sigue cambiando lo hace de forma más lenta. Por eso, cuando nos reencontramos con alguien que hacía mucho que no veíamos, la transformación física se hace mucho más evidente.
Los cambios más notables son los que experimenta nuestro rostro, que se va transformando a medida que vamos cumpliendo años. Algunas de esas modificaciones son:
Pérdida de tono muscular
La pérdida del tono muscular y el adelgazamiento de la piel son dos de los cambios más notables, que provocan la sensación de piel caída o flácida en muchas personas mayores. En algunas incluso se crea la apariencia de "doble mentón" a causa de las papadas caídas, explican desde Medline.
Otro de los cambios más notables es que la piel se seca más ya que la capa subyacente de grasa se encoge, y la cara deja de tener una superficie lisa, haciendo que las arrugas aparezcan de forma inevitable. Además las personas que pasan mucho tiempo expuestas al sol y son fumadoras aceleran su aparición.
El tamaño y el número de puntos negros y manchas aumenta también, aunque estos cambios se deben sobre todo a la exposición al sol.
Los labios también cambian si se los dientes se van cayendo y las encías se retraen, haciendo que parezcan más pequeños y encogidos.
La pérdida de masa ósea también afecta a la mandíbula, reduciendo el tamaño de la parte inferior de la cara y hace que tanto la frente, como la nariz (que se puede alargar un poco) y la boca sean más pronunciadas.
Las orejas y la nariz
El presidente de la Sociedad Española Geriatría, José Antonio López Trigo, explicó a Infosalus que algunos cambios físicos llaman más la atención que otros. López Trigo aseguró que las orejas y la nariz de las personas mayores 'crecen'.
No es que aumente de tamaño la estructura de la oreja o de la nariz: de las orejas son cartílagos, y en el de la nariz, cartílagos y huesos. "Lo que sí ocurre es que la piel que las envuelve, los tejidos blandos, se hacen más laxos con el paso del tiempo y por ejemplo la oreja se descuelga, y crece muchísimo su lóbulo interior, así como toda la piel que envuelve a la nariz", explicó.
En el hombres se puede desarrollar pelo en las orejas, que a medida que envejecen se hace más largo, grueso y notorio.
El cerumen de los oídos también se seca con la edad, porque hay menos glándulas que producen cera, y menos aceite, lo que en ocasiones puede bloquear el canal auditivo y afectar a su habilidad de oír.
Las pestañas y las cejas van adquiriendo un color gris, y la piel alrededor de los ojos se arruga, creando las patas de gallo. Loa ojos también se ven más hundidos porque la grasa de los párpados se posa en las cuencas de los ojos. Los párpados inferiores también se pueden aflojar y con ello aparecen las bolsas bajo los ojos.
La visión puede quedar limitada por el debilitamiento del músculo que aguanta el párpado superior que provoca que los párpados se descuelguen.
Por último, la córnea puede llegar a desarrollar un anillo grisáceo-blanco, y el iris pierde su pigmentación, por eso la mayoría de las personas mayores tienen los ojos grises o azules claros.
Sobre el autor:
Laura Moro
Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.