Rosa Roch
Rosa Roch es redactora especializada en temas de salud, alimentación y gastronomía.
… saber más sobre el autorLa menopausia o climaterio es la etapa de vida donde se producen mayores cambios en el cuerpo de la mujer. Los cambios hormonales y metabólicos marcan esta etapa de la vida de la mujer. La actividad de los ovarios disminuye y, por consiguiente, hay una menor producción de estrógenos y progesterona. Y, al cambiar el metabolismo también cambia el balance energético y la composición corporal.
La horma del crecimiento (GH), -que regula el crecimiento postnatal, el metabolismo y el balance electrolítico; aumenta la lipólisis y disminuye los depósitos de grasa; aumenta la captación de proteínas y mantiene la masa y fuerza muscular- disminuye con lo que sus funciones en el organismo se verán alteradas, esto implica que, en el plano metabólico, habrá una mayor resistencia a la insulina, un acúmulo de grasa y por supuesto más dificultad para perderla.
Por su parte, y dentro del plano metabólico y hormonal, la falta de progesterona hará que aumente la retención de líquidos; la estrona, un estrógeno débil, subirá, impidiendo metabolizar correctamente las grasas, que se acumularán con mayor facilidad en la zona abdominal, en torno a los órganos y en las caderas. Razón por la que también cambia la forma del cuerpo.
La bajada de los estrógenos afecta a nivel emocional. Se altera el patrón del sueño, se duerme peor, sin descansar; se producen cambios de humor y picos de ansiedad y para tratar de equilibrar el estado de ánimo, frecuentemente, se busca suplir inconscientemente la falta de estrógenos con la comida, en concreto con alimentos ricos en azúcar y grasa que hacen que nos sintamos mejor.
También disminuyen los niveles de serotonina y leptina y cambia la producción de neuropéptidos. Todo este conjunto hace que se tenga más apetito y una menor sensación de saciedad al comer, que, ligado a lo anteriormente mencionado, aumento de ingesta de azúcares y grasas, hace que se aumente de peso con facilidad, entre 3 y 5 kilos.
Otro cambio que se produce es la destrucción de hueso y menor remodelado óseo. Decalcificación y mayor riesgo de sufrir osteoporosis. Además, debido a la dificultad para dormir y tener un buen sueño reparador, la mujer está más cansada y se refugia en el sedentarismo, lo que hace que el músculo se debilite y se pierda masa muscular que, a su vez, hace que el cansancio aumente.
Si bien todo estos cambios que sufre el cuerpo en la menopausia pueden parecer un acabose, adoptar una serie de hábitos y seguir estos consejos te ayudarán: