Del Camyjet al Drácula: 10 helados que marcaron nuestra infancia

Hablar del calor que estamos padeciendo este verano parece innecesario por recurrente, pero aún hay quien nos recuerda que hace muchos años también sufrimos las altas temperaturas y que, sin ventiladores ni aire acondicionado, las combatíamos a base de helados. Pero, ¿recordamos cuales eran esos helados que marcaron nuestra infancia? Hoy hemos querido recordar diez de ellos.

Camyjet

Los helados Camy nacieron en los años sesenta, pero lo hicieron con el nombre de Camay. Era la época de los repartidores en motocarro y de la carrera espacial. Precisamente por eso, el primer polo que revolucionó el mercado tenía forma de cohete, combinaba naranja y limón y era el Camyjet.

Camyjet con chocolate

A principios de los años setenta el popular Camyjet evolucionó añadiendo al original de naranja y limón una punta de chocolate. Además, ofrecía el aliciente de que en algunos de sus palillos aparecía la palabra "premio" que podía canjearse por un nuevo helado.

Burmar Flax

También a principios de los setenta llegaron los Burmar Flax, los populares flaxes, eran muy baratos y los encontrabas por todas parte. Se trataba de polos dentro de una funda plástica y con un montón de sabores: cola, fresa, naranja… Todavía los podemos disfrutar en la actualidad en múltiples versiones.

Drácula

A mediados de los setenta Frigo puso en el mercado un helado destinado a convertirse en uno de los grandes clásicos españoles, hasta el punto de casi medio siglo después continúa comercializándose, el Drácula de fresa con cobertura de chocolate.

Patapalos

Ya durante la transición nace Miko y su primer producto fue todo un éxito. Fueron los Patapalos. Los había de naranja, limón, fresa y cola y además incluían Mikopremios, toda una innovación en el mercado.

Frigodedo

El primer verano de la década de los ochenta trajo una novedad que revolucionaría el mercado y por derecho propio se convirtió en clásico entre los clásicos que siguió comercializándose hasta los primero noventa: el Frigodedo, una pequeña mano con el índice levantado y totalmente de fresa.

Frigopie

El tremendo éxito del Frigodedo hizo posible la llegada del Frigopie, un helado barato, cremoso y con sabor a fresa nacido para perdurar en el tiempo hasta el punto de seguir comercializándose en el siglo XXI.

Cola Jet

Los años ochenta también nos trajeron el Cola Jet, un helado de culto que tuvo el acierto de combinar en una aerodinámica forma de cohete, franjas de limón y cola con una punta redondeada de chocolate.

Calippo

También hasta el siglo XXI y con un éxito que augura mucho más tiempo en la cima del éxito tenemos al Calippo, un polo revolucionario que introdujo una novedad asombrosa para su época, no tenía palo, tan solo había, y hay, que presionar su envoltorio de cartón.

Frac

Tras el Calippo llegó el último gran clásico de los ochenta, el Frac, con una gruesa cobertura de chocolate que posteriormente cambiaría su nombre por el de Magnum, que ha día de hoy es famoso y reclamado en medio mundo.