La historia del cantante de ópera Boris Grappe es, cuanto menos, interesante. Durante casi dos décadas actuó como barítono en diversas óperas a lo largo de Europa, sin embargo, decidió dar un giro radical a su carrera para hacer algo en beneficio de la sociedad, en concreto para las personas mayores.
Boris decidió dejar la ópera para formarse como cuidador después de más de 20 años subiéndose a escenarios, tomando la difícil decisión de cambiar el rumbo de su vida por completo, sin importar el éxito que se había ganado como cantante.
Así lo recogía el canal de televisión DW, que explica que fueron "cuestiones vitales esenciales" las que motivaron ese cambio durante los últimos años, hasta que en plena pandemia tomó la decisión. Aunque este cambio no ha implicado dejar la música a un lado, sino que ha encontrado la mejor forma de compaginarlo todo.
Actualmente, Boris tiene 45 años y se encuentra participando en su primer curso de formación como cuidador en una residencia de mayores en el sur de Alemania. Sin dejar de lado la música, la incluye en sus cuidados a los mayores "con resultados sorprendentes". Boris está convencido de que cambiar su exitosa carrera como cantante para ayudar a los demás como lo está haciendo puede suponer "un auténtico beneficio".