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Alrededor de 3 gramos diarios de ácidos grasos omega-3, consumidos en alimentos o suplementos, parece ser la dosis diaria óptima para ayudar a reducir la presión arterial, según una revisión de investigaciones publicada este miércoles en la revista científica Journal of the American Heart Association, editada por la Asociación Americana del Corazón.
Los ácidos grasos omega-3, el ácido docosahexaenoico (DHA) y el ácido eicosapentaenoico (EPA) suelen encontrarse en pescados grasos como el salmón, el atún, las sardinas, la trucha, el arenque y las ostras. Algunas personas también toman suplementos combinados de DHA y EPA. Aunque algunos estudios sugieren que el consumo de ácidos grasos omega-3 puede reducir la presión arterial, la dosis óptima necesaria para reducirla no está clara.
Los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés) han establecido una ingesta adecuada de ácidos grasos omega-3 para personas sanas de 1,1 a 1,6 gramos diarios, dependiendo de la edad y el sexo. La Asociación Americana del Corazón recomienda consumir dos porciones de pescado a la semana (en particular, pescado graso como el salmón) como parte de una dieta saludable para el corazón.
"Según nuestra investigación, el adulto medio puede tener una modesta reducción de la presión arterial por el consumo de unos 3 gramos al día de estos ácidos grasos", explica el autor del estudio, el doctor Xinzhi Li, profesor asistente y director del programa de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Macao (China).
Los investigadores analizaron los resultados de 71 ensayos clínicos de todo el mundo publicados entre 1987 y 2020. Los estudios examinaron la relación entre la presión arterial y los ácidos grasos omega-3 DHA y EPA (ya sea de forma individual o combinada) en personas de 18 años o más con o sin presión arterial alta o trastornos del colesterol. Hubo casi 5.000 participantes combinados, con edades comprendidas entre los 22 y los 86 años. Los participantes tomaron suplementos dietéticos y/o prescritos de ácidos grasos durante una media de 10 semanas.
El análisis ha demostrado que, en comparación con los adultos que no consumían EPA y DHA, los que consumían entre 2 y 3 gramos diarios de ácidos grasos omega-3 combinados DHA y EPA (en suplementos, alimentos o ambos) habían reducido la presión arterial sistólica (número superior) y diastólica (número inferior) en una media de 2 mm Hg.
También han evidenciado que el consumo de más de 3 gramos de ácidos grasos omega-3 al día puede suponer un beneficio adicional para la reducción de la presión arterial en adultos con presión arterial alta o lípidos sanguíneos elevados. Con 3 gramos diarios de omega-3, la presión arterial sistólica (PAS) disminuyó una media de 4,5 mm Hg en los hipertensos, y unos 2 mm Hg de media en los no hipertensos. Con 5 g diarios de omega-3, la PAS disminuyó una media de casi 4 mm Hg para los hipertensos y menos de 1 mm Hg de media para los no hipertensos. Se observaron diferencias similares en las personas con lípidos sanguíneos elevados y entre los mayores de 45 años.
Unos 115 gramos de salmón aportan 3 gramos de ácidos grasos omega 3. Un suplemento típico de aceite de pescado contiene unos 300 mg de omega 3 por pastilla, pero las dosis varían mucho. La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) anunció en junio de 2019 que no se oponía a la evidencia de que el consumo de ácidos grasos omega-3 EPA y DHA en alimentos o suplementos dietéticos puede reducir el riesgo de hipertensión y enfermedad coronaria. Sin embargo, puntualizó que la evidencia "no era concluyente y altamente inconsistente".
"Nuestro estudio apoya la guía de la FDA de que los ácidos grasos omega-3 EPA y DHA pueden reducir el riesgo de enfermedad coronaria al disminuir la presión arterial alta, especialmente entre las personas ya diagnosticadas con hipertensión. Sin embargo, aunque nuestro estudio puede añadir una capa de evidencia creíble, no alcanza el umbral para hacer una declaración de salud autorizada para los ácidos grasos omega-3 en cumplimiento de las regulaciones de la FDA", reconocen los investigadores.