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El impulsor de la campaña 'Soy mayor, no idiota', Carlos San Juan, se ha mostrado "muy deseoso" de que el Gobierno plasme en una ley el protocolo que firmaron las entidades bancarias para ofrecer una mejor atención a los mayores, al tiempo que ha reclamado que la evaluación de estas medidas la haga el Banco de España y no ellas mismas porque "crea un poco de escepticismo que uno mismo se autovalore".
"Los mayores éramos visibles solo cuando molestábamos y ahora hemos emergido con fuerza. Acabo de cumplir 79 años y se habla más de los mayores que nunca", ha declarado antes de reunirse con el 'president' de la Generalitat, Ximo Puig, tras casi medio año después de entregar las 600.000 firmas.
🏛👥 @ximopuig rep en audiència el metge jubilat Carlos Sanjuán, artífex de la campanya ‘Soc major, no idiota’ i guardonat pel 🇪🇺 Parlament Europeu amb el 🏅 premi Ciutadà Europeu 2022
— Generalitat (@generalitat) June 27, 2022
📍 Assisteix el conseller de @GVAhisenda, @ArcadiSD pic.twitter.com/yqNuCGAj8B
Como balance ha señalado que el compromiso del Gobierno está en un "punto decisivo", ya que faltan pocos días para finalizar el primer semestre del año en el que la vicepresidenta Nadia Calviño garantizó que estaría lista la ley que dará estabilidad al protocolo, un decálogo con "un primer mandamiento de una atención más humana".
Ha recordado que había "dos debilidades", que las medidas fueran voluntarias y no obligatorias y que hubiera una autoevaluación, y ha resaltado la satisfacción mostrada por la presidenta de la Asociación Española de Banca (AEB), Alejandra Kindelán.
"No lo dudo, confío en su honestidad", ha aseverado advirtiendo que las medidas pueden estar sujetas a un cambio en la presidencia o en los consejos de administración de los bancos. También ha defendido que la evaluación corra a cargo del gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, "y no de ellos mismos".
La banca amigable va "muy despacito"
Se ha echo eco de la advertencia de la presidenta de la Asociación de Usuarios Financieros (Asufin), Patricia Suárez, de que la implantación del protocolo va a un ritmo "muy despacio e irregular" en función de cada comunidad autónoma. Eso sí, ha reconocido que la Comunitat es "pionera" y hay un "gran avance" en todas las entidades, pero también en Correos al atender presencialmente en pueblos como Serra (Valencia).
A su juicio, este logro hace que los mayores sean más "competitivos" y que no queden desatendidos "si alguno se despega y no sigue el efecto manada del monopolio digital". "Los mayores no somos idiotas y podemos elegir qué banco es más amigable con nosotros", ha constatado.
A nivel local, San Juan ha recordado que el alcalde de València, Joan Ribó, se comprometió a instalar logotipos en los bancos de la ciudad más y menos amigables: "Estamos pendientes".
Al margen de la banca, ha puesto en valor la creciente visibilidad de los mayores en los medios de comunicación, a los que ha agradecido la gran difusión de su campaña, y ha remarcado que él no pretende entrar en el terreno de la administración aunque hace falta un mejor trato a los ancianos.
"Sinceramente, mediáticamente ya me quiero retirar, pero lo que no quiero es que se apague esta antorcha, que otras personas la recojan", ha alentado, y ha abogado por que sea de forma piramidal y no a través de "un montón de asociaciones". Además, ha agradecido la invitación de la entidad pública Red.es a realizar aportaciones a su proyecto de "burbuja analógica continua".
"No ha sido fácil"
Y en general ha dejado claro que no quiere "protagonismo", ya que se hubiera quedado satisfecho con las cien primeras firmas que reunió. "No me gusta mirar a otro lado, sigo defendiendo a los más vulnerables: a los que seguro que no me conocen ni a mí ni a la campaña", ha insistido, garantizando que su iniciativa valió la pena aunque "era un terreno abonado porque había mucha inquietud y faltaba un catalizador".
"Me ha tocado a mí, ha sido un gran honor pero creo que hemos formado todos un grandísimo equipo", ha proclamado apuntando especialmente a los medios de comunicación, además de reconocer que por su edad tiene "debilidad emocional y no ha sido fácil". "Me he movido mucho por secreción de adrenalina", ha confesado.