El impulsor de la campaña ‘Soy mayor, no idiota’, Carlos San Juan, ha elegido 65YMÁS para hacer un llamamiento a todas las personas mayores. A través de una carta a la directora, invita a los mayores a empoderarse, a tomar conciencia de su valor e importancia, a ganar autoestima y, sobre todo, a alzar la voz y dejar de permanecer callados y resignados, cada vez que se sientan ninguneados.
“Ya no somos la ‘tercera edad’, somos ‘una generación nueva y activa’ con plenos derechos, que no debemos llorar y lamernos las heridas en un rincón. Ni decir ‘es lo que hay’ o ‘este no es mi problema’. Tenemos que gritar ¡¡¡BASTA YA!!!.”, asegura este médico jubilado que se dirige, en primera persona, a todos los mayores españoles.
Carlos San Juan puede hablar en primera persona, alto y claro. Él encarna como nadie el ejemplo de que la queja de una persona mayor, y su voz crítica, pueden llegar muy lejos. San Juan se maneja bien con las nuevas tecnologías y con la banca online. Sin embargo, ha sido una persona incapaz de mirar para otro lado cuando ha visto una persona mayor sufrir, en una sucursal bancaria, a la que le negaban la atención, por no ser capaz de usar el cajero automático. Y demostró que las cosas se pueden cambiar.
Carlos San Juan ganó la batalla. Pero se niega a rendirse. Sigue atento a todo lo que pasa, a cualquier paso en falso o incumplimiento de la banca para denunciarlo, pero también a muchos otros asuntos que afectan a los mayores y que no considera justos.
“Que los políticos nos oigan y nos vean, en vez de insultarse mutuamente”, dice el doctor, ya jubilado, en su carta a la directora, afeando las actitudes de nuestros políticos. E invita a los mayores a “aprovechar este nuestro periódico para participar activamente y difundirlo”.
Nos emociona que San Juan se refiera a este diario como “nuestro periódico”. Esa es la vocación de 65YMÁS, ser la voz de los mayores. En numerosas ocasiones Carlos San Juan ha reconocido que 65YMÁS ha sido “un motor que ha reavivado mucho mi espíritu reivindicativo y activista. Me ha cambiado la vida y me sirvió muchísimo durante la campaña ‘Soy mayor, no idiota’”.
Escasa representación
En su carta, Carlos San Juan se lamenta de la falta de instituciones públicas que se ocupen y defiendan los intereses de los mayores. “No estamos representados debidamente en el gobierno central ni en el de las comunidades”. Esta queja del médico valenciano no es nueva. En cada conferencia, en cada intervención pública, en cada entrevista, reclama una mayor representación para el colectivo de las personas mayores. “Cada vez que voy a un centro de mayores, hay un clamor que se repite, y es que se sienten faltos de representación”, nos cuenta. “Esta es mi opinión, pero veo que es también la de todos los mayores que me invitan a dar charlas en sus centros, incluso también en la Universidad de Mayores”.
Carlos San Juan es un firme defensor de la creación de un Ministerio de Mayores. Una cartera que, según recuerda, “ya tienen cada vez más países puesto que el futuro demográfico hace que vayamos a ser la generación más numerosa”. “Desde el momento en que hay un Ministerio de infancia y juventud es necesario tener un ministerio de mayores”, advierte. “Considerar al IMSERSO, que se caracteriza solo por la organización de viajes como representantes de esos casi 10 millones de mayores, me parece un anacronismo”, se queja.
San Juan se refiere al Gobierno central, con esa falta de representación del colectivo de personas mayores, pero no se olvida del ámbito autonómico y local, donde repite la misma. Y como ejemplo, nos cuenta el caso de su tierra: “Aquí en Valencia, en el nuevo Ayuntamiento, ha desaparecido el concejal de mayores. Y esto influye mucho, porque claro, si ahora tienes un asunto o un problema, ya no sé a dónde dirigirme”.
Edadismo
Esta escasa representación pese a la importancia y peso del colectivo, no es más que una arista del generalizado mal del edadismo que Carlos San Juan denuncia en su carta. “Estamos excluidos política y socialmente. Toleramos que nos discriminen laboralmente, que nos llamen ancianos a los 60 años, viejos, abuelos sin ser nuestros nietos, etc, etc”, relata, claramente molesto.
En efecto, la discriminación por edad, el edadismo, está ampliamente extendido en todos los ámbitos de la sociedad. En el mercado laboral la edad es un gran obstáculo para encontrar trabajo una vez superada la barrera de los 45 años. Pero la discriminación de los mayores comienza por el lenguaje, como asegura San Juan, que perpetua los prejuicios, y puede convertirse en una forma de maltrato invisible.
Un colectivo con capacidad para alzar la voz
En su carta, Carlos San Juan, analiza el motivo por el que la voz de los mayores no se alza, como debería. “Los mayores españoles tenemos un grave problema: Ignoramos nuestra importancia, carecemos de autoestima. No sabemos que somos casi diez millones y que cada día seremos más, que vamos camino de ser el país con más longevidad del mundo. Por eso callamos a todo con una inútil resignación”.
Su diagnóstico no puede ser más acertado. En efecto, el nuevo sénior, nada tienen que ver con los mayores de hace 30 años y con la imagen preconcebida que se tiene de ellos. Los nuevos sénior consumen, hacen deporte, están formados, conectados, viajan y ayudan económicamente a sus familiares. Una realidad ignorada por administraciones públicas, empresas y sociedad en general.
“Seamos solidarios y ayudémonos. La vida también es nuestra, la historia también y tenemos mucho que decir y mucho que hacer. Todo menos resignarnos”, insiste San Juan.
Y termina con un mensaje poderoso, aludiendo al eslogan con el que él, personalmente, logró lo que parecía imposible, doblegar al poderoso sector financiero y poner en jaque al Gobierno y al Banco de España. “Recordar que somos mayores no idiotas. Un fuerte abrazo a todos”, concluye Carlos San Juan.
Sobre el autor:
Beatriz Torija
Beatriz Torija es periodista y documentalista, especializada en información económica. Lleva 20 años contando la actualidad de la economía y los mercados financieros a través de la radio, la televisión y la prensa escrita. Además, cocina y fotografía.