Sociedad

Carmen Núñez: "Una vez que cumples cierta edad, parece que ya no tienes derecho a amar"

Carolina Madroñal Machero

Foto: Circulo Rojo

Domingo 16 de febrero de 2025

6 minutos

La escritora reivindica en su último libro que el placer y el deseo "existe hasta el último día"

Carmen Núñez: "Una vez que cumples cierta edad, parece que ya no tienes derecho a amar"
Carolina Madroñal Machero

Foto: Circulo Rojo

Domingo 16 de febrero de 2025

6 minutos

Carmen Núñez Cuenca, licenciada en Sociología por la Universidad Complutense de Madrid, lleva tratando de derribar estereotipos y mitos sobre las personas mayores desde 2010 a través de la escritura.

Su nuevo libro, La auténtica sensualidad empieza a los 50, invita a explorar la sensualidad sin prejuicios, celebrando la edad, en vez de continuar deseando acercarse lo máximo posible al modelo "irreal e ideal" de los 20 años.

Entre sus páginas, se desmontan mitos y concepciones que impiden a las personas mayores de 50 años, tanto hombres como mujeres, disfrutar de la sensualidad en su plenitud.

El título llama la atención desde el primer momento. Inicialmente, puede hacer pensar que sólo se refiere al erotismo, pero es mucho más extenso de lo que parece, como la misma autora explica a 65YMÁS.

El concepto de sensualidad proviene de la palabra latina "sensus", que simplemente significa "disfrutar con los 5 sentidos". "Este concepto siempre se vincula con lo erótico, lo cual no está mal, pero no es lo único. En un cierto punto, la sensualidad del joven y la del mayor se diferencian. El segundo puede tener una más basada en el cariño, las caricias. Puede estar marcada por distintas cosas. No es sólo la sexualidad, y esta es una diferencia necesaria en nuestra sociedad tan hipersexualizada. Puede ser también disfrutar de una puesta de sol o de un buen vino", comenta.

Fuente: Círculo Rojo. Carmen Núñez redefine la sensualidad después de los 50

"Yo puedo ser vieja y atractiva"

La autora critica abiertamente la sociedad de hoy en día, más consumista y materialista, que parece empeñada en negar la existencia de la belleza en los mayores. "Una vez cumples cierta edad, ya no eres atractivo, ya no eres deseable, ya parece que no tienes derecho a amar", apunta.

En concreto, sostiene, apoyada en sus estudios de sociología, que la belleza madura, aunque diferente a la de la juventud, no es menos válida o digna de reconocimiento. "Yo puedo ser vieja, atractiva, sexy y deseable, hasta el último día de mi vida. Y tengo derecho a ser tocada, amada y deseada", afirma. 

En esta imposición de estereotipos, argumenta, juegan un papel importante los anuncios y los mensajes subliminales. "Es una violencia simbólica. Como cuando aparece una mujer, mitad mayor, mitad joven", explica, para vender productos "milagrosos" que eliminan los signos de envejecimiento.

"Yo quiero mi cara como es, cuidándome, por supuesto, pero tal como es. Con tus brazos flácidos, tu tripita... hay que hacer un esfuerzo por quererse a uno mismo", señala. 

Y es que la autoestima, como destaca en su libro, es una parte muy importante en este camino para disfrutar de la sensualidad más allá de los 50 y hacer frente a un sistema que continuamente menosprecia sutilmente los rasgos de la longevidad.

"Siempre intento reflexionar un poco sobre quién soy yo, cuál es mi imagen ideal. La que yo proyecto, debe ser lo más parecida posible a la real. Creo que, si no es así, se provoca un problema en la mente, una disparidad", señala. 

Por ello, las redes sociales también están en su punto de mira, presentando a mayores que todavía conservan rasgos jóvenes. "Las mujeres creen que si ya no se ven como Demi Moore, que parece más joven, ya no son atractivas", afirma.

"Pero detrás de los filtros y el maquillaje, son lo mismo que el resto. Demi Moore, por ejemplo, su proceso celular sigue avanzando hacia la vejez", sostiene. 

Y no es malo, razona, puesto que el proceso de envejecimiento, tan duramente temido, es una maravillosa nueva etapa llena de oportunidades, en la que aún se puede disfrutar de todo, con los cinco sentidos.

"Yo ya soy mayor, pero no quiere decir que no me arregle, no cuide mi salud, no haga deporte ni quiera aprovechar toda la sensualidad de la vida", argumenta.

Mitos y creencias

Buena parte de su libro se centra en desmentir esos mitos que se nos transmiten a diario. Uno de los más destacados, afirma, es el autoerotismo, que, en general, está mal visto, pero especialmente en mayores, a quienes se les ha negado sistemáticamente la existencia de sus necesidades afectivo-sexuales.

Un dato curioso, porque las investigaciones de esta autora y otros estudios realizados antes han determinado que, por un lado, el autoerotismo es más habitual en mayores que en jóvenes, "porque les da vergüenza y pudor compartir con alguien más"; y las mujeres tienden a realizar esta práctica más a menudo que los hombres. Al mismo tiempo, la mujer debe sobrellevar un peso aún mayor en cuanto a su sexualidad, pues se la suele relacionar más con un ámbito doméstico. "La mística de la feminidad siempre ha sido cuidar y ha sido más difícil reivindicar su espacio como igual de importante al del hombre", comenta. 

Al mismo tiempo, la autora denuncia una hipersexualidad y un enfoque casi insano en el coito y el orgasmo, lo cual es irreal en esta nueva etapa de sensualidad. "Recuerdo que se me acercó una mujer para decirme claramente que ella no pensaba que tenía sexualidad porque no le apetecía tener coito: sólo deseaba caricias y cariño. Y le expliqué que eso era parte de la nueva sensualidad", indica. 

Por ello, la escritora critica que el enfoque sólo en las relaciones sexuales, o incluso "la sacralización del orgasmo", crea una percepción errónea de esta nueva etapa. Por lo que promueve ver la situación de otra manera, más realista.

No hay diferencia de género

El concepto de la sensualidad y la sexualidad, especialmente la compartida, también afecta a los hombres, y la autora lo ha tenido muy en cuenta al escribir este libro.

A lo largo de los años, la socióloga ha realizado distintas charlas sobre las temáticas de sus libros y, gracias a ello, ha conseguido recopilar algunos casos reales en cuanto a la percepción incorrecta de este aspecto de la vida.

"Un hombre me comentó que, tras la muerte de su esposa, había comenzado a salir con una mujer de origen latino, pero sus hijos no aprobaban la relación. Le estaban condicionando con ideas de que era vergonzoso, que no debía salir con alguien más", recuerda.

Y es que el estigma, aunque menos hablado y conocido, también persigue al varón desde los 50 años, por lo que la autora considera que es importante destacar que no es una cuestión de género, aunque efectivamente la mujer siga cargando con un estigma mayor.

Posibles proyectos futuros

Finalmente, la autora explica que este no será su último libro y que su mente está ahora enfocada en el feminismo moderno, la humanidad y la IA.

Usa como inspiración la famosa novela distópica Un mundo feliz, de Aldous Huxley, en la que el personaje del "salvaje" John, en una sociedad controlada por ingeniería genética, representa los valores humanos que no sobreviven en una sociedad sin "alma".

Sobre el autor:

Carolina Madroñal Machero

… saber más sobre el autor