Sociedad

Una carta perdida llega a su destino más de 100 años después

María Martínez Denia

Sábado 25 de febrero de 2023

3 minutos

Se dieron cuenta de su época de procedencia por el sello del rey Jorge V

Una carta perdida llega a su destino más de 100 años después
María Martínez Denia

Sábado 25 de febrero de 2023

3 minutos

Después de conocer esta historia, nunca más nos quejaremos de lo lento que puede funcionar las compañías de mensajería. Hace dos años, Finlay Glen, un director de teatro británico, recibió en su apartamento una carta de 1916.

Con 105 años de retraso, la carta llegó a Crystal Palace en Londres. El matasellos procedía de Bath y en el sello de un centavo aparecía el rey Jorge V, abuelo de la fallecida Isabel II. "Pensamos que ponía 2016, pero luego vimos que tenía el sello del rey y nos dimos cuenta de que era de 1916, así que pensamos que probablemente estaría bien abrirla", ha explicado Glen a The Guardian.

 

"Mi querida Katie, ¿me prestarías tu ayuda? Me siento bastante avergonzada de mí misma...", de esta forma comienza la misteriosa carta. A pesar de no conocer demasiado contexto de por qué no llegó la carta, lo que sí se sabe es su procedencia y destino.

La remitente es Christabel Mennell, hija de un rico comerciante local de té, quien se encontraba de vacaciones en Bath tal y como ha investigado Stephen Oxford, editor de la revista de historia local, The Norwood Review.

La destinataria a la que nunca le llegó el escrito, era Katie Marsh, mujer del comerciante de sellos Oswald Marsh con el que se casó el año anterior y el cual tuvo una carrera reconocida dentro de su gremio, siendo llamado de forma frecuente en calidad de experto ante casos de fraude de sellos. El matrimonio vivió durante una temporada en esa vivienda hasta que se mudaron a una enorme casa victoriana en un pueblo cercano.

Sin embargo, nunca les hubiese llegado la carta. La empresa de servicio postal del Reino Unido, Royal Mail, promete investigar que pudo suceder, pero Stephen Oxford sospecha que la carta se perdió en alguna oficina de clasificación y por esta razón nunca llegó a repartirse. "Creo que se estaba remodelando. Debieron de encontrar esta carta escondida en algún lugar, quizás caída detrás de algún mueble o en algún cajón y alguien la colocó en el reparto", declara Oxford.

La casa de la dirección de destino desafortunadamente fue demolida y se construyó el edificio de viviendas donde vive Glen. "Tratamos de descifrarlo, aunque algunas partes son difíciles de leer. Nos pusimos en contacto con la sociedad histórica local, porque pensé que podrían informarnos sobre las personas involucradas", comenta Glen junto a su pareja Lucy, quienes se encuentran fascinados por esta historia.

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María Martínez Denia

María Martínez Denia, redactora

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