Úrsula Segoviano
Sociedad
Castilla y León ampliará las unidades de convalecencia en residencias de mayores
Trabajan con las diputaciones para expandir este programa

El gobierno regional de Castilla y León está intensificando su colaboración con las diputaciones provinciales para expandir y fortalecer las unidades de convalecencia ubicadas en residencias de mayores.
Isabel Blanco, vicepresidenta del Gobierno autonómico y consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, ha enfatizado que el objetivo es incrementar las 129 plazas existentes, las cuales atendieron a 356 individuos el año anterior.
En concreto, ha subrayado que se ha formalizado un acuerdo con la Diputación de Valladolid y se están llevando a cabo negociaciones con la Diputación de Salamanca, con la intención de extender esta colaboración al resto de las diputaciones que muestren interés en participar en este convenio.
Durante su visita a la residencia Cardenal Marcelo, que desde agosto cuenta con una de estas unidades, la vicepresidenta destacó que esta es la única de titularidad provincial de las 15 que operan en la región.
Alejandro Vázquez, consejero de Sanidad, también presente en la visita junto con Conrado Íscar, responsable de la institución provincial y titular de la residencia, ha añadido que ya han pasado 21 personas por esta unidad.

Estas unidades, implementadas desde 2020, están diseñadas para personas que carecen de un cuidador adecuado o cuyas viviendas no cumplen con los requisitos necesarios para que los profesionales de los Servicios Sociales de la Comunidad puedan proporcionar la atención requerida.
El propósito fundamental es asegurar el mantenimiento de su "calidad de vida" mediante una "atención integral, continuada y adaptada a su estado físico, con el propósito permanente de fomentar la recuperación de su autonomía".
Los solicitantes deben demostrar necesidades sanitarias y sociales concurrentes y justificar la "dificultad de garantizar la continuidad de los cuidados sociosanitarios en su domicilio tras el alta hospitalaria".
El período estándar de permanencia en estas unidades es de dos meses, con la posibilidad de extenderse un mes más si las circunstancias sociosanitarias lo justifican, siempre y cuando exista un acuerdo entre el médico del centro residencial y el interlocutor del hospital que realizó la derivación.
En situaciones excepcionales, y con un informe sanitario que justifique la necesidad clínica, la estancia podría prolongarse otro mes adicional, alcanzando un máximo de cuatro meses.