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El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) ha exigido que los componentes sociales como el de la discapacidad y la edad "cuenten tanto como lo ambiental" en la promoción y despliegue de la movilidad sostenible, porque "si no esa sostenibilidad solo será parcial y no corregirá inequidades de inicio".
Ante la celebración de la Semana Europea de la Movilidad (SEM) 2023, que se celebra del 16 al 22 de septiembre, el CERMI reclama que "no se releguen los determinantes sociales a la hora de enfrentar los desafíos de la movilidad sostenible, privilegiando solo lo ambiental, como está ocurriendo generalizadamente".
Asumiendo la importancia capital del respeto al entorno también desde la movilidad, el CERMI señala que el concepto de movilidad sostenible "es más amplio y exigente, y ha de incorporar como valor irrenunciable y del mismo peso a la inclusión".
Aspectos como la accesibilidad universal, los factores económicos de los distintos grupos cívicos que utilizan los transportes, el diseño mismo de estos, que no puede eludir las geografías de exclusión, que condicionan de modo severo el ejercicio efectivo de la movilidad personal y colectiva, "deben formar parte integrante de una movilidad sostenible inclusiva".
Como hecho diferencial negativo, el CERMI señala por ejemplo la exención total o rebaja sustancial de tarifas que como medida de impulso de la movilidad sostenible están aplicando muchos gestores de medios de transporte, "no se extiende a los determinantes sociales como la discapacidad, la edad o el género, que apenas son considerados".
"Esto mismo ocurre con los incentivos fiscales, enfocados solo a lo ambiental, o el diseño de los propios elementos de transporte, en los que prevalece la respuesta a la electrificación sin acompasarla con la accesibilidad universal", advierte el CERMI, que concluye que la movilidad sostenible "ha de dar un paso más y ser inclusiva, cultura que ha de ser asumida, extendida y puesta en práctica sin dilación".