Ciática: qué es y por qué afecta especialmente a las personas mayores

Un 80% de las personas experimentará en algún momento de su vida dolor en la zona lumbar, según el reumatólogo José Luis Rueda Vázquez. Esto se debe a que, a lo largo de nuestra vida, no prestamos la suficiente atención a los hábitos que ralentizan el desgaste de nuestros huesos y la musculatura de la espalda.

Sumado al efecto de la gravedad, lo que puede ocurrir es que las vértebras se vayan juntando y en un momento dado causen ciática, uno de los dolores más molestos del sistema nervioso.

El nervio ciático

Llamamos ciática a una lesión del aparato locomotor que se produce por una compresión del nervio ciático, un nervio que va desde la zona lumbar de la columna y desciende por la parte lateral o posterior de la pierna hasta el pie.

Posibles causas

La causa principal por la que se comprime este nervio es porque sus raíces lumbares se sitúan entre las vértebras y, dado que la lumbar sostiene gran parte del peso de la espalda, con el tiempo va cediendo la almohadilla amortiguadora que separa las vértebras y puede presionar el nervio, patología que se conoce como hernia discal o hernia de disco.

El sobrepeso y los hábitos de vida sedentarios favorecen el desgaste intervertebral que puede derivar en lumbalgia y seguidamente, si sigue desgastándose, en lumbociática. Del mismo modo, malas posturas o sobreesfuerzos físicos a los que el cuerpo no está acostumbrado repercuten negativamente sobre la columna vertebral.

Cómo saber si la padecemos

Al comprimirse el nervio ciático, se comienza a sentir un dolor interno altamente molesto desde la espalda hasta el final de la pierna. La presión abdominal que se produce al toser agudiza la molestia.

Otros síntomas más graves son la parexia o pérdida de fuerza y la sensación de hormigueo en la pierna afectada.

Cómo aliviar el dolor

Lo más importante es acudir a un doctor (preferiblemente, un reumatólogo) que realice un diagnóstico y oriente al paciente sobre las diferentes soluciones que puede adoptar. Sin embargo, para ir aliviando el dolor e incluso para prevenirlo, estos son algunos de los mejores consejos:

1. No hacer reposo indefinido: Es lo que te pide el cuerpo, pero después de dos días de reposo hay que ir reiniciando, sin grandes esfuerzos, nuestro cuerpo. Movimientos suaves que nos ayudarán a recuperarnos antes.
2. Caminar: En relación con el punto anterior. Si caminamos un mínimo de tres horas semanales desarrollaremos una buena musculatura lumbar, previniendo así la ciática. Si no podemos caminar, el taichi, pilates o yoga nos serán también de gran ayuda.
3. Dormir: No solamente entre 7 y 8 horas, sino dormir bien. Para ello nos podemos ayudar de un colchón flexible, pero con un punto de rigidez. Si dormimos en postura fetal ayudaremos a que la espalda no sufra.
4. Contraste térmico: En un primer momento la aplicación de hielo nos ayudará a reducir la inflamación, pero posteriormente podremos aplicar calor seco por ejemplo con una manta eléctrica.