Cierran temporalmente una residencia de Barakaldo que ataba a los mayores sin permiso

La Diputación de Bizkaia ordenó el jueves 14 de octubre el cierre provisional de la residencia Íñigo de Loyola de Barakaldo, después de que varias inspecciones de la Diputación detectaran graves deficiencias, como por ejemplo tener a trabajadoras de la limpieza cuidando de los residentes, por la falta de personal, o utilizar sujeciones para los usuarios sin prescripción médica.

Las empleadas han asegurado que muchas noches solo se quedaba de guardia una persona, que tenía que turnarse con otro centro de la misma empresa, por lo que los mayores se quedaban solos. 

La residencia, de titularidad privada, pertenece a la empresa Residencias Ama y Aita, aunque algunas de las plazas están concertadas con el Ayuntamiento y la Diputación de Bizkaia. Los problemas, según las trabajadoras, empezaron con el cambio de gerencia, y el 30 de julio, el sindicato ELA presentó una primera "comunicación genérica" por incumplimentos en material laboral, y se abrió un expediente: “Las irregularidades se producen tras el traspaso de la residencia a una nueva propietaria, situación que derivó en un absoluto desamparo de las personas residentes y trabajadoras. Tras mes y medio de interpelación a las instituciones, de insistencia, y de denuncias formales y públicas, el servicio de inspección y control de Bizkaia, constata la veracidad de los hechos denunciados por ELA y decreta el cierre temporal de la residencia”, explicaron en un comunicado.

Sergio Murillo, diputado de Acción Social, admitió el jueves en las Juntas Generales que aunque los trabajadores del centro se quejaban de acciones concretas, como despidos, la Diputación necesitaba "hechos concretos para actuar y sancionar, lo situaciones generales vinculadas a la normativa laboral", que hasta la fecha no había.

Cierre provisional durante 15 días

Aún así, el centro estuvo en el punto de mira de la Diputación, que siguió recopilando información y realizando inspecciones, que sin entrar en detalles, Murillo ha explicado que se detectaron "vulneraciones sobre prescripciones médicas para sujeciones, sobre titulación de profesionales de atención de enfermería o ausencia de programa de actividades".

Desde el 8 de octubre las revisiones fueron diarias, y tras levantar las actas correspondientes, el 12 de octubre se emitió la orden del cierre provisional, con un plazo de 48 horas. La empresa tiene 15 días para solucionar todas las deficiencias, y reabrir cuando haya garantías de que la situación no volverá a ser como antes. 

Por su parte, Murillo ha asegurado que no tendrá problema en cerrar aquellos centros que no cumplan los cuidados de forma adecuada "porque la prioridad son las personas residentes".

Para el sindicato lo ocurrido "en la Residencia Iñigo de Loyola de Barakaldo es un ejemplo claro de que el actual modelo de cuidados no funciona. La Diputación de Bizkaia apuesta por un modelo de cuidados privatizados, dejando en manos de empresas y/o propietarios el cuidado de las personas; empresas que priorizan el beneficio económico a la vida”.