Cinco animales que huelen y detectan enfermedades

Los sentidos de los animales son muy diferentes a los de los humanos. Donde nosotros no vemos color, ellos pueden verlo; donde no oímos, detectan sonidos; y, tal y como demuestra la ciencia, lo que para nosotros es inodoro, para ellos desprende olor.

Estas capacidades de percepción pueden ser muy útiles para la medicina. Así lo han demostrado diferentes estudios, que han observado cómo pueden ayudar en la detección de diferentes patologías. Esto convierte a todo tipo de animales, desde hormigas hasta perros, en potenciales aliados en la lucha contra enfermedades como el cáncer o el párkinson.

1-. Hormigas

Estos pequeños habitantes de nuestros jardines son unos aliados desconocidos contra el cáncer de mama. La formica fusca, una de las especies más comunes, tienen unos receptores olfativos en sus antenas cuyo objetivo es detectar el olor corporal de los miembros de su grupo.

Esta extraordinaria sensibilidad es fundamental para la lucha contra el cáncer. Son fáciles de conseguir y su mantenimiento es tan barato como una cucharada de miel. Por ello, son las candidatas ideales para recibir un entrenamiento enfocado a detectar enfermedades.

Hasta ahora, se ha trabajado con muestras de orina y técnicas de condicionamiento operante. Una investigación de la Universidad Sorbona Paris Nord (Francia) publicada en la revista Proceedings of the Royal Society B ha demostrado que pueden aprender a diferenciar entre ratones sanos y enfermos a través de este líquido.

2-. Rata gigante africana

Este animal fue utilizado en origen por la organización belga sin ánimo de lucro APOPO para localizar minas terrestres en diferentes países de África. Sin embargo, además de contribuir a la eliminación de más de 150.000 explosivos, también se mostró eficaz para detectar una enfermedad extendida en países como Tanzania: la tuberculosis.

Lo ideal de estos animales, entrenados también con recompensas, es que pueden analizar grandes cantidades de muestras en poco tiempo. Esto las ha convertido en unas compañeras muy estimadas por los profesionales, pues ellos tardarían hasta cuatro días en hacer el trabajo que ellas realizan en unos 20 minutos.

3-. Nematodos

Esta minúscula criatura, parecida a un gusano, tiene genes patógenos muy parecidos a los nuestros. Esto, sumado a su transparencia, hace que sea muy utilizado en los laboratorios.

Diferentes estudios han comprobado que también son eficaces a la hora de detectar diferentes tipos de cáncer, como el de páncreas o el de mama. Las investigaciones se percataron de que estos seres evitaban las células sanas y se dirigían a las cancerosas.

4-. Abejas

Ni PCR ni test de antígenos. Las abejas, además de producir deliciosa miel, también son aliadas para la detección de enfermedades como el Covid-19. En este caso, se han demostrado útiles para olfatear el SARS-CoV-2.

Aunque se desconoce qué sustancia son capaces de detectar, un estudio holandés comprobó que, a través de un entrenamiento de recompensas, ellas sacaban la lengua al detectar material infectado.

5-. Perros

La presencia de unidades caninas en los cuerpos policiales ya es conocida por prácticamente toda la población. Su gran olfato y capacidad de aprendizaje los convierte en aliados perennes en materia de detección de explosivos, drogas o para rastrear personas.

Esta enorme sensibilidad también tiene su aplicación en el campo de la medicina. Pueden aprender a oler varios tipos de cáncer, como el melanoma, los cánceres de mama y gastrointestinales. La malaria y el párkinson son otras enfermedades que también pueden reconocer con el debido adiestramiento.

En Estados Unidos, los perros han tenido su papel en la lucha contra el Covid-19. Si en España utilizábamos termómetros sin contacto para medir la temperatura y cribar quiénes podían pasar a según qué recintos, en el país norteamericano emplearon perros entrenados para detectar casos en el público de eventos como partidos de baloncesto.

No obstante, todavía no está claro cómo responden ante las células cancerosas. Un estudio sobre el cáncer de ovario detectó que diferentes perros respondían a fragmentos diferentes, lo que puede indicar que perciben más de un olor o que diferentes perros huelen elementos distintos.