La crisis del coronavirus ha tenido una especial incidencia en las residencias de mayores donde, hasta la fecha, han fallecido más de 19.000 residentes por COVID-19 o síntomas compatibles. Y es que estos centros se han convertido, junto a los hospitales, en los principales focos de la pandemia, donde no siempre se ha podido controlar correctamente la propagación de las infecciones.
Por ello, y ahora que ha comenzado la desescalada en muchas residencias del país, la Fundación Edad y Vida (@EdadyVida) ha reunido a cuatro expertos para analizar cómo se podría recuperar la confianza en estas instituciones que albergan a más de 300.000 residentes en toda España y hacerlas más seguras ante posibles nuevos brotes.
Todos los expertos coinciden: los protocolos, la desinfección, la higiene personal y de las superficies, la disponibilidad de equipos de protección, la estructura arquitectónica de los centros e incluso la calidad del aire de las residencias serán elementos determinantes de cara al futuro.
Las cinco claves del nuevo modelo
Una de las ponentes invitadas por Edad y Vida, la ex secretaria de estado de Servicios Sociales entre 2018 y 2020, Ana Isabel Lima, se ha aventurado a resumir estas claves de cara al futuro en cinco puntos a tener en cuenta a la hora de implementar un nuevo modelo residencial que garantice la "anticipación" ante pandemias como ésta y "el acceso a la sanidad de los residentes".
En primer lugar, ha asegurado, se debería revisar el modelo estructural y arquitectónico de las propias residencias e ir hacia unos centros que "se parezcan a un hogar", "menos macro y más pequeños".
El segundo punto pasaría por "la participación del entorno", donde "las familias y las personas que residen" puedan "tomar decisiones", por ejemplo, "sobre los menús" u otras cuestiones. Además, estos centros deberían estar integrados "en la red del tejido social y el entorno".
"También habría que hablar de las mejoras de condiciones de los profesionales en cuanto a formación y a salarios y tener unas ratios adecuadas", ha explicado en tercer lugar. "Sería muy importante prever esas bajas profesionales relacionadas, a veces, con que no se ha tenido test suficientes ni sistemas de protección necesarios", ha señalado.
En cuanto al cuarto punto clave, éste pasaría por la "coordinación sociosanitaria". "Se ha hablado mucho de cómo se deben atender a los mayores desde el punto de vista sanitario en las resdiencias y creo que ha habido un poco de confusión. Era necesario medicalizarlas en el momento de la alarma, pero era una cuestión coyuntural, para salir de esa situación. Lo que se trataría sería de que esas personas, que están en lugares de convivencia, tengan derecho a la atención sanitaria hospitalaria", ha señalado.
"Es verdad que también hay propuestas muy interesantes que tienen que ver con que haya un trato especial, en el sentido de que se haga una atención en el propio centro y se debería avanzar en esas cuestiones. También son una buena práctica los centros de alta para gente con el COVID-19 que todavía no estaba preparada para ir a su casa o al centro residencial. Han funcionado muy bien", ha añadido.
Por último, el quinto punto pasaría, según Lima, por poner en marcha "protocolos definidos" para prepararse ante "cualquier emergencia" y lograr tomar "medidas de una manera temprana". Y estas normas de actuación deberían servir para: "revisar los espacios", "clasificar los perfiles de cara a un posible aislamiento", "ver el tamaño de los compartimentos", "estar totalmente aprovisionados de todo tipo de material de protección" y "hacer simulacros".
La importancia de la desinfección y la limpieza
Finalmente, en relación con estos protocolos de prevención, el resto de ponentes presentes en la conferencia han subrayado la importancia de aplicar medidas de desinfección periódicas. "Nuestra recomendación es realizar una desinfección mensual", ha señalado Josep Valls, CEO de la empresa especializada en higiene y desinfección Anticimex, una compañía que ha realizado durante la pandemia "1.500" servicios de este tipo en residencias.
Asimismo, el CEO ha recordado la importancia que se debe dar a "la calidad del aire", que "afecta a la transmisión de enfermedades". Y por ello, ha recomendado, que se realicen auditorías "dos veces al año" para comprobar que todos los parámetros son correctos.