Cinco vacunas de uso común que podrían ayudar a reducir el riesgo de padecer alzhéimer

El desarrollo de la enfermedad de Alzheimer se relaciona con la predisposición genética, pero también con ciertos factores ambientales que influyen tanto para bien como para mal en la aparición de esta patología. 

Recientemente, un estudio realizado en Estados Unidos, publicado en el Journal of Alzheimer’s Disease, ha descubierto que la aplicación de ciertas vacunas muy extendidas entre la población podría relacionarse con un menor riesgo de padecer alzhéimer en el futuro. 

En concreto, la investigación realizada por profesionales del UTHealth Houston halló una relación entre las dosis frente al tétanos, la difteria, la tos ferina, el herpes zoster y el neumococo y una menor incidencia de la enfermedad en mayores de 65 años. 

Cabe recordar que hace poco también se descubrió un vínculo entre al menos una dosis de la vacuna contra la gripe y una menor probabilidad de sufrir la patología. 

Y es que, según las hipótesis que barajan los investigadores, el sistema inmunitario podría tener un cierto papel en la disfunción de las células cerebrales. 

 

Por ello, la aplicación de estas vacunas prevendría cuadros clínicos incontrolados causados por ciertos virus y bacterias que pueden causar neuroinflamación. 

Además, estas dosis podrían ayudar a un mejor entrenamiento del sistema inmune, lo que le facilitaría combatir en el futuro frente a las proteínas defectuosas que contribuyen al desarrollo del alzhéimer. 

Ahora bien, de momento, sólo se trata de un estudio que ha demostrado una correlación entre no vacunación y alzhéimer, pero se desconoce exactamente cuál es el mecanismo para que esto sea así o si hay más factores, que escaparon a los científicos en el momento de hacer la investigación y a los revisores, que hayan podido influir en que las personas no vacunadas desarrollen en mayor medida la enfermedad. 

Para realizar el estudio se utilizaron dos cohortes de pacientes con una propensión similar a padecer alzhéimer –estimada por los científicos–, unos, vacunados con estas dosis y, otros, no. Se utilizó la técnica del pareamiento por puntaje de propensión. 

Se encontró que el 7,2% de quienes estaban inmunizados vía vacunación frente a la tos ferina, la difteria y el tétanos padecieron la enfermedad, mientras que en el grupo de los que no lo hicieron fue el 10,2%. 

En el caso del Herpes Zoster, la diferencia se redujo a 8,1% frente al 10,7%. Y en el de la vacuna contra el neumococo a un 7,9% respecto al 10,9%.