¿Cómo son las ciudades que apuestan por la accesibilidad?

Escaleras, bordillos demasiado altos o elementos urbanos que no están señalizados de forma correcta son algunos de los obstáculos que se encuentran personas con discapacidad cada vez que salen a la calle. Si, según datos del Ministerio de Fomento, el 68% de la población española vive en grandes áreas urbanas, resulta cuanto menos urgente ponerse manos a la obra en este sentido y dar forma a ciudades más accesibles y amables.

Iniciativas de accesibilidad para mejorar las ciudades

Como ciudadanos de derecho que somos, es de obligado cumplimiento que se respeten estas necesidades. Por ello, las urbes más comprometidas socialmente en este sentido apuestan por iniciativas en pro de lograr una mayor accesibilidad para todos sus vecinos. 

Así, algunas medidas beneficiosas pasarían por adaptar el transporte público para que puedan usarlo personas en silla de ruedas, sistemas de información en braille para personas con discapacidad visual, espacios de trabajo donde se cuide el ruido ambiental, rehabilitar parques y zonas de recreo, aumento de las plazas de aparcamiento específicas o favorecer planes de empleo para personas con discapacidades. Y es que la inclusión social de este tipo de colectivos también juega a favor de una ciudad más respetuosa con sus vecinos. 

Es cierto que, por parte de las administraciones, el hecho de cambiar el diseño de una ciudad suponga una cuantiosa inversión pública; sin embargo, más numerosos son los beneficios que la ciudadanía recibe al vivir en una localidad que respeta la relación entre todo tipo de individuos. Una cultura inclusiva que favorece un mayor desarrollo social y económico de la ciudad, al tiempo que promueve la educación de igualdad entre sus vecinos.  

Ciudades precursoras

Algunas localidades ya lo han hecho y han sido galardonadas por parte de la Comisión Europea con el Access City Award –Premio a las Ciudades Accesibles–,  entre ellas Ávila, que obtuvo dicho premio el pasado 2011. Se convertía así en la primera ciudad española en lograrlo. Desde entonces, los propios abulenses y sus visitantes pueden disfrutar de una mejor calidad de vida. Todos ellos, con independencia de su grado de movilidad, discapacidad intelectual o edad, pueden aprovecharse de los recursos que el ayuntamiento ofrece.