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Este viernes Bartolomé Freire, doctor en Psiquiatría y Psicoterapia con más de 40 años de experiencia y autor de La Jubilación, una nueva oportunidad, intervendrá en el All in one de Barcelona donde formará parte de las charlas organizadas por CaixaBank Talks con Jubilarse: llenar la vida con nuevas ilusiones para mostrar las claves de la que considera la mejor manera de rentabilizar el retiro porque en la jubilación, como en todas las etapas de la vida, cada cual es el protagonista.
No parece casualidad que esta ponencia se celebre en la Ciudad Condal, pues Cataluña es la Comunidad Autónoma con mayor número de pensionistas jubilados de toda España, como indican datos del pasado noviembre, con 1.131.268, casi un 19% del total. La siguen de cerca, según las estadísticas de la Seguridad Social, Andalucía, con 896.343, y Madrid, con 783.416.
Freire ha declarado que su último estudio le ha permitido conocer las distintas maneras de afrontar un cambio tan grande como lo es la jubilación en la vida de las personas. “Aun persiguiendo las mismas metas, hay jubilados y jubiladas que se realizan personalmente”, gente, dice, que se acerca más a lo que son, o a lo que pueden llegar a ser “mientras que otros permanecen anclados en rutinas”.
De la misma manera, ha encontrado que ciertas actitudes y conductas contribuyen a rentabilizar al máximo y adaptarse mejor esa nueva libertad adquirida, mientras otras nos alejan del que cree que debería ser nuestro objetivo último: conseguir una jubilación plena.
“¿Cuáles son mis motivos para seguir organizando mi vida en torno a la actividad que realizo? ¿Hay algo que me gustaría hacer pero que evito plantearme? ¿Cambiar o tomar alguna nueva iniciativa aportaría más interés y satisfacción a mis días?”. Freire sugiere estas preguntas para invitar a la reflexión a aquellos que se adentran en esta nueva etapa, así como a quienes todavía no se han jubilado.
Los cinco tipos de jubilados
Entre las conclusiones de su estudio, realizado a través de entrevistas, el doctor identificó cinco grupos de personas jubiladas dependiendo de las motivaciones que orientan la adaptación a su nuevo tramo de la vida, un factor “clave para disfrutar de la jubilación con satisfacción mental”.
- Los disfrutadores son el grupo más numeroso analizado (aproximadamente un 35% del total) y al él corresponden aquellas personas que identifican la jubilación con la oportunidad de disfrutar libremente de las diferentes opciones de vida y actividades que la jubilación les permite. Alternan intereses y aficiones, renuevan sus relaciones y reservan tiempo para el ocio. Dejan al margen horarios y compromisos fijos y les gusta improvisar.
- Por su parte, los atareados, el segundo tipo más común, dedican la mayor parte de su tiempo a una ocupación, ya sea continuar su misma profesión o por solidaridad cuidar a otros. Esta situación supone un riesgo ya que si no aprovechan la jubilación para adquirir nuevas experiencias se ven limitados en su evolución personal.
- En tercer lugar, encontramos a las personas desenfocadas, aquellas que carecen de dirección personal satisfactoria. Sus metas, debido a ello, son triviales y no les aportan pasión ni retos a sus vidas. Realizan actividades rutinarias con las que se acomodan a sus circunstancias o a expectativas o planes ajenos. Corren el riesgo de perderse en un presente sin contenido.
- Por otro lado, identifica como exploradoras a aquellas personas que abordan la jubilación como una oportunidad para renovarse y/o ampliar sus horizontes. Aprenden, realizando algo novedoso o no suficientemente desarrollado, potencian aspectos latentes de sí mismos o introducen cambios en su entorno. Son personas curiosas que buscan la manera de crecer personalmente cuando hay grandes cambios en su vida, incluso si estos son imprevistos o traumáticos. A este grupo, les pueden traicionar sus expectativas, cuando son excesivas.
- En último lugar, encontramos a las personas sosegadas, el tipo menos frecuente según los resultados del estudio, que se caracterizan por vivir una jubilación tranquila, sin tensiones, descansando y aprovechando las oportunidades de actividad y ocio a su alcance. Centran su bienestar en su círculo más íntimo y raramente se plantean alcanzar nuevas metas. Ellos también corren un peligro: de aislarse y distanciarse en su contacto con el mundo exterior.