Durante los meses de frío es común que las personas con artritis experimenten un aumento de la rigidez y el dolor de las articulaciones. En este sentido, aunque el clima no causa ni empeora la enfermedad, sí que influye en su desarrollo y en el estado general del paciente.
En concreto, la artritis es la inflamación de una o varias articulaciones. Esta inflamación afecta a la membrana sinovial, que es el tejido que rodea el cartílago que protege a los huesos, lo que provoca que la articulación se vea debilitada. Esto se traduce en un mal funcionamiento de la misma, impidiendo en muchas ocasiones la realización de acciones cotidianas.
“La causa más frecuente de artritis entre las personas mayores es el desgaste del cartílago que protege la articulación y evita el roce entre los huesos. La debilitación del cartílago puede provocar que los huesos entren en contacto entre sí, ocasionando síntomas característicos de la artritis como dolor o disminución de la capacidad de movimiento de la articulación”, explica David Curto, director Médico, Calidad e Innovación de Sanitas Mayores.
Ante esta situación, los expertos de Sanitas Mayores recomiendan realizar una serie de ajustes en las rutinas:
Mantener una temperatura corporal constante, ya que los cambios bruscos pueden incrementar los síntomas. Conforme baja la temperatura, baja la presión y los tejidos del cuerpo se expanden y ejercen una presión mayor sobre los nervios. Por el contrario, mantener el calor mejora la circulación y ayuda a relajar las articulaciones, reduciendo la rigidez y el dolor. Es por eso que se recomienda mantener las extremidades cubiertas y abrigarse cuando la temperatura es baja, si puede ser con varias capas.
No dejar de ejercitar los músculos. Es aconsejable ejercitar los músculos durante todo el año. Salir a caminar o a dar un paseo en bicicleta son dos actividades que ayudan a mantener calientes las articulaciones y, por tanto, reducir los síntomas. Antes de hacer cambios en su rutina de ejercicios, es indispensable consultar con su médico.
Obtener suficiente vitamina D, ya que ésta ayuda a mantener los huesos fuertes y reduce la inflamación. Para ello, se pueden ingerir suplementos, tomar el sol todos los días unos minutos o consumir alimentos ricos en vitamina D. Mantener una dosis alta de esta vitamina ayudará al mecanismo de las articulaciones.
Mantenerse hidratados. Los expertos recomiendan beber dos litros de agua al día, pues mantenerse hidratado es esencial para gozar de una buena salud. En el caso de las personas con artrosis, la falta de hidratación puede incrementar dolor en las articulaciones al tener falta de lubricación.
Sobre el autor:
Raúl Arias
Raúl Arias es periodista especializado en Política, Economía y Sociedad. Licenciado en la Universidad Complutense de Madrid, ha trabajado en diferentes medios de tirada nacional, siempre pegado a la actualidad.