65ymás
Un 16% de la población mayor de 85 años padece cuadros depresivos, sin embargo, síntomas como la falta de atención, problemas de sueño o la pérdida de interés, factores que pueden determinar que una persona mayor está sufriendo una depresión, según ha advertido la psicóloga de bluaU de Sanitas, Diana Camín, son vistos, lamentablemente, como "síntomas normales de la edad".
"En muchas ocasiones los problemas de salud mental de los mayores son asumidos como síntomas normales de la edad. La tristeza o la apatía son frecuentemente interpretadas como una consecuencia de una enfermedad física o de una patología crónica y esto lleva a desatender sus necesidades y a diagnósticos erróneos. Pero la depresión no forma parte del envejecimiento, no es un signo de debilidad ni un defecto del carácter", ha advertido el director Médico, Calidad e Innovación de Sanitas Mayores, David Curto.
En este sentido, detectar un posible problema de salud mental de manera precoz por parte de familiares y cuidadores es esencial para obtener un diagnóstico y un tratamiento correcto que pueda garantizar un envejecimiento feliz y saludable.
Señales que no se deben ignorar
Por ello, Camín ha detallado algunas de las señales que pueden ayudar a definir una depresión, en caso de repetirse durante cuatro u ocho semanas. La experta alerta sobre:
- La pérdida o ganancia de peso.
- Mayor agitación o dificultad para moverse.
- Falta de motivación, energía y sensación de fatiga.
- Problemas de autoestima o sentimiento de culpabilidad excesiva.
- Problemas para pensar, para concentrarse o para tomar decisiones, así como pensamientos sobre la muerte (no sólo miedo a morir) y pensamientos suicidas.
A la hora de afrontar la depresión es importante no ignorar los síntomas. En este contexto, los expertos recomiendan realizar una serie de ajustes en las rutinas que pueden tener un gran impacto en el bienestar emocional, como evitar el aislamiento y tratar de comunicarse con los demás, encontrar un propósito, adoptar hábitos saludables y buscar ayuda profesional.
"Los adultos mayores deprimidos pueden no sentirse tristes y notar otros cambios, como encontrarse más cansados o percibir que sus problemas físicos han empeorado sin que exista una razón clara para ello", ha concluido Camín.