Peggy Winckowski perdió hace un año a su nieto Sam, de 15 años, en un accidente de tráfico. La noticia dejó conmocionada a su familia y amigos, pero estos últimos decidieron que harían todo lo posible para seguir arropando a los familiares de su amigos, especialmente de su amigo.
De esta manera, surgió el 'club del desayuno' de la abuela Peggy, que como su propio nombre indica, es una cita que tienen los chicos con la abuela de su amigo para empezar el día de la mejor de las maneras.
"¡Esto recompone mi corazón roto! Un trozo de mi corazón ya no está, se fue con Sam, pero él no lo querría de otra manera", asegura la mujer en su cuenta de Facebook.
Al parecer, la idea del desayuno nació del propio Sam, cuando un verano convenció a sus amigos para que fueran a casa de su abuela a probar los diferentes desayunos que la mujer preparaba.
"Lo estamos haciendo por él"
Tras el fallecimiento del joven, todos juntos decidieron que cada miércoles a las 7 de la mañana irían a casa de la mujer a desayunar, para honrar así la memoria de su amigo: “Sentimos como si estuviera allí con nosotros. Es algo que le gustaba hacer y lo estamos haciendo por él para que podamos continuar con su memoria", explicaba una de sus amigos al Washington Post.
"Para los que tuvieron la oportunidad de conocerlo y necesitan un lugar donde llorar su pérdida, es un gran lugar al que acudir", añadía.
"Otro maravilloso miércoles. Hoy sentí pena por los niños por la foto, hacía tanto frío. Gracias Leslie por los nuevos sartenes. ¡Mi vida se volvió mucho más fácil! Tuvimos una maravillosa sorpresa hoy de García Proties. Gracias por la generosa tarjeta de regalo a Schnucks. ¡Podemos marcar la diferencia cuando trabajamos juntos! ¡El club del desayuno también te lo agradece! Sé que Sam está en el cielo dirigiendo todo esto", comentaba su abuela.
Pero esto no acaba aquí, y los vecinos de Peggy, tras enterarse del bonito encuentro semanal, decidieron donarle los ingredientes que necesitara para el desayuno de cada semana, y que así ella no tuviera que asumir los costes. De esta forma, Peggy prepara el desayuno actualmente para unas 30 personas, entre amigos y conocidos de su nieto, a los que nos les importa madrugar con tal de recordar a su amigo y disfrutar de un rato junto a su abuela.