Cuando tienes que escoger entre esperar tres meses a que te hagan una colonoscopia para descartar un cáncer de colon a través del Sistema Público de Salud, o realizar la misma prueba en una semana a través del seguro privado, muy pocas personas tendrán dudas de qué hacer. La salud es lo primero. Así, desde finales de 2019 los seguros de salud han crecido un 8%. Ya hay once millones de ciudadanos con una póliza privado de salud.
“Empiezo a temer que el atasco de la Sanidad pública se traslade a la privada”, reflexionaba Fernando Onega en este diario hace unos días, en su columna de opinión “Atasco sanitario”. Y no va, en absoluto, descaminado. El colapso de la sanidad pública se está trasladando a la sanidad privada. La misma patronal de la sanidad privada reconoce la existencia de listas de espera y su enorme preocupación por la inoperancia del Sistema Público de Salud.
Los seguros privados de salud se disparan
El colapso de la sanidad pública está llevando a los ciudadanos hacia la privada. La contratación de seguros de salud, se ha disparado. Los seguros de salud crecieron en 2021 un 4,93%, una tendencia que se incrementa. Solo entre enero y marzo de este año, este ramo asegurador ha crecido un 7,21%. Las aseguradoras han ingresado por primas 2.736 millones de euros, que se suman a los 9.849 millones de euros que ingresaron por primas de salud el año pasado, según datos de UNESPA, la patronal del seguro (@UNESPA).
Según el informe ‘El seguro de Salud, estadística a diciembre de 2021’ de ICEA, desde finales de 2019 el número de asegurados ha crecido un 8%, unas cifras que serían aún mayores si no tenemos en cuenta el mutualismo en las Administraciones Públicas, que ha caído. La asistencia sanitaria privada del resto de ciudadanos, ha crecido en más de 1.300.000 personas. “En el año 2021 se han superado los 11 millones de asegurados”, confirma 65YMÁS Marta Villanueva, directora general de la Fundación IDIS, Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad.
Pese a que el crecimiento es generalizado en todo el territorio nacional, hay provincias donde los seguros privados se han disparado, literalmente. Guadalajara lidera este ranking con un 11% de crecimiento en el número de asegurados privados, seguida de Soria y Toledo, por encima del 10%. Alicante y Valencia registran un crecimiento por encima del 9%.
Listas de espera, también en la privada
“Hay un incremento de las listas de espera en la privada”, reconocía el presidente del Fundación IDIS y patronal que agrupa al sector de la sanidad privada durante la presentación del informe ‘Sanidad privada, aportando valor. Análisis de situación 2022’, Juan Abarca. “Estamos en un proceso de deterioro en la sanidad pública que que está arrastrando al sistema privado”, añadía, mostrando la preocupación del sector por la inoperancia del SNS. “Tenemos un sistema, ahora mismo, bastante debilitado respecto a cómo debería estar”, reconoce a este diario Gabriel del Pozo, Secretario General de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos.
“Cuando el acceso al sistema sanitario público se hace más complicado, solo hay que ver las cifras de las listas de espera quirúrgica, las de pruebas diagnósticas o las de consultas tanto en especializada como en atención primaria, los ciudadanos buscamos la forma de ser atendidos de una forma ágil, pronta y eficaz” asegura Marta Villanueva, “y esto es lo que encontramos en la sanidad de titularidad privada”, añade, sin entrar en la presión que sobre la sanidad privada está ejerciendo la situación de colapso del sistema público.
Por el momento, no hay datos concretos en torno a la magnitud de esas listas de espera que ya existen en la sanidad privada, ni en qué especialidades o servicios se concentran. Lo cierto es que “por término medio, podemos afirmar que más del 30% de la actividad hospitalaria se realizar en los 431 hospitales” del sistema privado, un sector “que lleva a cabo el 30,8% de las intervenciones quirúrgicas –o el 39.1% si tenemos en cuenta los conciertos sustitutorios y la red de utilización pública-, registra el 23,1% de las altas y atiende el 24.,2% de las urgencias”, nos cuenta Villanueva.
Desde la patronal explican que la sanidad privada no está para suplir las carencias de la pública, sino que debe ser una actividad complementaria para quien así lo quiera. La privada es “un agente clave dentro del Sistema Nacional de Salud porque complementa al sector público y establece sinergias con él”, nos explica Marta Villanueva. “Sinergias que habría que impulsar y ampliar en beneficio de los pacientes y sus familias”, añade. Fuentes del sector privado aseguran que, si no mejora la situación de la sanidad pública, en unos años los hospitales privados podrían estar tan saturados como los de la Seguridad Social.
Gasto sanitario
El colapso de los servicios sanitarios con la pandemia ha demostrado los puntos débiles del sistema. La COVID-19 irrumpió cuando la sanidad pública aún no se había recuperado de los recortes aplicados en 2010 tras la crisis financiera. “Estos recortes en sanidad se mantienen luego, durante la época de bonanza económica que hemos tenido, no se mejora ni se aumenta esta inversión y tampoco se planifica en profesionales. Sabiendo que teníamos una serie de profesionales a punto de jubilarse o en un alto índice de jubilación”, Gabriel del Pozo. Nuestro gasto se quedó, desde entonces, muy por debajo de la media europea. Ahora, aún sin saber qué parte de los gastos por la COVID-19 se quedará ya como estructural, todos los expertos coinciden en la necesidad de incrementar el gasto y acercarlo al mismo porcentaje sobre el PIB del resto de Europa. “evidentemente habría que subir la inversión en sanidad similar a la que tenemos en los países desarrollados de nuestro entorno, que está bastante por encima de la inversión que tenemos nosotros”
El gasto sanitario total con relación al PIB de España se sitúa por debajo de la media de la OCDE. Somos el cuarto país a la cola de Europa. En 2020, primer año de la pandemia, ese gasto ha aumentado 1,5 puntos, del 6,1% al 7,6%, al pasar de 76.000 a 85.000 millones de euros, según Focus on Spanish Society, editado por Funcas. Y según el informe “Escenarios de evolución del gasto sanitario e impacto esperado de la pandemia en el medio plazo”, elaborado por Susana Borraz, consultora del área de Finanzas Públicas de Analistas Financieros Internacionales (Afi), que analiza la evolución del gasto sanitario y aporta proyecciones de su evolución hasta 2030, confirma que la pandemia exigirá un 7,4% de mayor gasto sanitario autonómico real, unos 5.125 millones de euros.
“Tiene que haber dinero destinado a sanidad, tiene que haber dinero destinado de forma finalista a la atención primaria igual que tiene que haber dinero destinado de forma finalista a hospitales, pero sobre todo, también dedicado a plantilla, porque luego muchas veces el dinero se va en tecnología, que es necesaria y que hay que renovar tecnología, se va en facturación de gasto sanitario, en recetas, que también es importante, pero es que hay que destinar un dinero para poder atraer y poder mantener a los profesionales que tenemos” puntualiza Gabriel del Pozo.
Un ahorro de hasta 1.600 millones
Los casi diez millones de ciudadanos con seguro privado de salud permiten ahorrar entre 5.679 y 15.628 millones de euros al año al sistema Nacional de Salud (SNS) según el uso que hagan de su seguro. “el sector sanitario privado representa un elevado peso en el sector productivo español y es clave para la sostenibilidad y viabilidad del sistema sanitario” asegura Marta Villanueva. “Se estima que el ahorro generado por el seguro privado se situaría entre los 5.679 millones de euros, si el ciudadano cubierto por la póliza privada realiza un uso mixto, es decir, si consume recursos públicos y recursos privados, y los 15.628 millones de euros si el ciudadano cubierto por la póliza privada utiliza exclusivamente el sistema privado”.
“El gasto sanitario privado supone el 29,4% del gasto sanitario total y el dato ha ido creciendo alcanzando los 33.398 millones de euros, lo que supone el 2,7% del PIB porcentaje que sumado al 0,66% correspondiente a los modelos de colaboración público-privada, conciertos, concesiones y mutualismo administrativo, alcanzamos el 3,36% del PIB”.
Déficit de profesionales
En total, España tiene 756.397 sanitarios entre médicos, enfermeros y demás personal. Según los últimos datos publicados por la Seguridad Social, entre abril del 2021 y abril del 2022, de las 66.811 contrataciones realizadas en el sector público, solo 473 pertenecen al sector sanitario. Bien al contrario, buena parte de las contrataciones que se realizaron durante el Covid, ahora, se han liquidado.
Derivado de la falta de financiación, hay “un problema de falta de planificación de las Administraciones”, asegura Gabriel del Pozo. Lo confirma el Informe Oferta-Necesidad de Especialistas Médicos 2021-2035, realizado por el equipo EcoSalud de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Su principal conclusión: la actual falta de médicos aumentará hasta 8.949 en 2027, en apenas cinco años. “El profesional de la medicina no es un profesional que se haga de un día para otro, no estamos fabricando churros, estamos fabricando médicos, que, para poder trabajar en el Sistema Nacional de Salud, necesitan tener una especialidad” nos explica del Pozo. “Y para poder sustituir a los que se jubilan, necesitamos tener formados a los que vienen, y eso hay que planificarlo con años de antelación, y no se ha hecho”.
“Si no hay recursos, malamente se pueden poner soluciones”, advierte del Pozo. En efecto, junto a la falta de efectivos, están las condiciones laborales. “Se acaba de tomar posesión de las nuevas plazas MIR del año 2021 que se ejecutan en 2022, y se han quedado sin cubrir más de 200 plazas de médicos de familia”, nos cuenta el secretario general de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos. “Algo está pasando cuando es una especialidad que antes se cubría perfectamente, a mitad de elección, y ahora se queda desierta, algo estamos haciendo para que la gente no quiera venir”, añade.
“Este año ya hemos tenido bastantes médicos que hacen el grado en España y luego se van a hacer la especialidad a países de nuestro entorno, como Alemania o Países Bajos”, se lamenta Gabriel del Pozo. “Es urgente hacer atractivo el sistema, hay que mejorar las condiciones laborales, ya no solo de retribuciones, sino las condiciones de contratación y las condiciones en que se desarrolla nuestra actividad”. Si miramos al sector privado, las cosas no están mucho mejor. ”Es un poco más de lo mismo”, “salvo los grandes especialistas, que funcionan como los fichajes futbolísticos, el resto está en unas condiciones laborales similares, y a veces incluso más precarias que en el sector público”.
Diferencias regionales
La sanidad privada en España crece a medida que se deteriora la sanidad pública con carácter general. Sin embargo, existen notables diferencias regionales. Madrid, Cataluña, Baleares y Canarias son las comunidades con mayor grado de privatización de sus servicios sanitarios. Según el informe ‘La privatización en las CC.AA.’ de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (Fadsp). Desde la propia sanidad privada, a través de su patronal confirman que aquellas comunidades con una penetración más baja del seguro privado cuentan con un gasto sanitario público más elevado.
“Somos bastante poco optimistas o más bien somos pesimistas en ver cómo la administración intenta poner soluciones, tanto la central como las autonómicas”, asegura, en este sentido, Gabriel del Pozo, de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos. La Plataforma para la Defensa de la Sanidad Pública alerta de que el crecimiento del aseguramiento privado, cuando viene obligado por un sistema público colapsado, genera desigualdades y exclusiones.
Una inversión eficaz y eficiente
Ahora bien, existen asimismo algunos puntos positivos. Según el último informe del Instituto de Estudios Económicos, sobre los costes del Sector Público en relación con los beneficios que aporta, con datos cualitativos y cuantitativos, y pese a salir mal parado en casi todos los indicadores en relación al resto de países de la OCDE, España lidera el ranking en Sanidad, con el segundo puesto, solo por debajo de Japón. Es decir, el gasto sanitario en España es el segundo más eficaz y eficiente de entre todos los países de la OCDE, solo por detrás de Japón.
“Al final, la atención a los usuarios hay que darla, pero la atención al usuario no se le va a dar con la calidad que debería tener, por el bajo número de profesionales y por la mala planificación hecha por todas las administraciones”, concluye Gabriel del Pozo. Como dijo Carlos Jover, director de Producto y Growth de Savia (Salud Digital de Mapfre), durante el Foro One Heatlh, las diferentes administraciones no deben entender “la sanidad como un gasto sino como una inversión”.
Sobre el autor:
Beatriz Torija
Beatriz Torija es periodista y documentalista, especializada en información económica. Lleva 20 años contando la actualidad de la economía y los mercados financieros a través de la radio, la televisión y la prensa escrita. Además, cocina y fotografía.