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La coliflor y el brócoli pueden ayudar a prevenir y tratar el cáncer de próstata y de mama. Así lo determina un estudio desarrollado por investigadores de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) que han profundizado en el conocimiento de los isotiocianatos, presentes en las familias de las plantas crucíferas.
El grupo SNL-Lennart Levi de la USC en colaboración con el de Xenética, Mellora e Bioquímica de Brásicas de la Misión Biolóxica de Galicia (MBG-CSIC) han avanzado en el estudio de estos compuestos, que pueden servir como cooperadores con algunos fármacos antitumorales que presentan una alta toxicidad, además de poder provocar quimio-resistencia.
Así pues, los isotiocianatos de estas verduras permiten potenciar la eficacia de los fármacos, con lo que es posible reducir la dosis suministrada y hacerlos más tolerables para los pacientes.
Se trata de la principal conclusión alcanzada por el equipo de la USC que ha dirigido la investigación, que forma parte de la tesis doctoral de Elena Pérez Muñuzuri, ya publicada en varias publicaciones y foros científicos y que obtuvo la cualificación máxima tras su defensa en la Facultade de Medicina de la universidad compostelana.
"Evaluamos la actividad antitumoral de diferentes isotiocinatos presentes en diferentes cultivos de brásicas sobre líneas celulares humanas de cáncer de próstata y de mama caracterizadas por un diferente patrón de expresión de receptores hormonales", explican los científicos.
Las conclusiones de este estudio, añaden sus promotores, podrían derivar en ensayos para descubrir su posible potencial como fármaco antitumoral.