Olga Selma
Olga Selma es redactora especializada en temas de salud, alimentación y consumo.
… saber más sobre el autorAhora que se aproxima la Navidad y queremos disfrutar de estas fiestas tan señaladas cobra especial relevancia extremar las precauciones en nuestras relaciones sociales y no bajar la guardia.
El Ministerio de Sanidad destaca en el documento Actuaciones de respuesta coordinada para el control de la transmisión de Covid-19 que casi una tercera parte de los contagios se producen en el ámbito social, sobre todo en reuniones de familiares y amigos no convivientes, y en menor medida, en el ámbito laboral, principalmente en lugares cerrados, como puede ser en domicilios o espacios interiores, en muchos casos mal ventilados, donde se habla en voz alta, se canta y no se hace buen uso de la mascarilla o se realizan actividades donde es incompatible su uso continuo, como comer, beber o hacer actividad física.
Si estas fiestas tenemos previsto recibir a familiares y conocidos en el hogar, debemos seguir respetando las recomendaciones de las autoridades sanitarias, como relacionarnos en burbujas sociales estructuradas en grupos de convivencia y limitar el número de personas y los horarios establecidos. En casa, deberemos realizar una limpieza manual minuciosa en todas las superficies del hogar; y abrir puertas y ventanas para que el aire esté en constante renovación durante el encuentro. Además de mantener la distancia de seguridad siempre que sea posible.
En el momento de los saludos, es conveniente lavarse las manos primero y que ambas personas lleven puesta la mascarilla, tapando la boca y la nariz y recordando que ésta no debe quedar suelta. La mascarilla solamente deberemos retirarla cuando sea necesario.
Si nos abrazamos, es mejor que no lo hagamos cara a cara, sino mejor con las mejillas opuestas. Y si la edad de la persona con quien nos reunimos es avanzada, debemos aumentar las precauciones, porque las probabilidades de que surjan complicaciones de salud son altas (una persona de más de 65 años puede tener dolencias asociadas a la edad y un sistema inmunológico más debilitado).
Además, durante los encuentros es preferible hablar en un tono de voz más bajo del que estamos acostumbrados. Según está comprobado es una medida de prevención porque así expulsamos menos gotas de saliva. Estas gotículas pueden permanecer en el aire y ser portadoras del virus, de forma que una persona puede infectarse al estar en ese ambiente.
Si tenemos dudas sobre algún contacto o hemos empezamos a sufrir algún síntoma, podemos hacernos una prueba PCR, cuyos resultados obtendremos en 24 horas, o un Test de Antígenos que tarda a penas 30 minutos, para resolver la situación y saber si debemos guardar cuarentena y posponer el encuentro. Cada vez existen pruebas de detección viral más rápidas para poder retomar los contactos con total seguridad y primar la prevención.
Ante las medidas tomadas en todo el mundo por la pandemia, todos nosotros hemos perdido algunas o todas nuestras formas habituales de relación con los demás, y nos hemos encontrado pasando mucho más tiempo del que estamos acostumbrados con quienes comparten nuestro hogar, ya sean familiares, compañeros o nuestras mascotas, o incluso solos. El hecho de perder el contacto normal con las personas como tener un contacto mucho más estrecho de lo habitual puede resultar estresante y preocupante, por lo que no debemos descuidar nuestra dimensión social. Los psicólogos advierten de la necesidad de establecer rutinas para mantener la máxima normalidad posible y reforzar las relaciones sociales con nuestros seres queridos.
Según la Mental Health Foundation de Reino Unido, si somos personas vulnerables al contagio podemos trabajar diferentes formas para mantenernos en contacto con familiares y amigos en el día a día: ya que escuchar una voz familiar y amigable o leer un mensaje de personas que nos importan nos ayuda a sentirnos más conectados. Esto es importante para nuestra salud mental, y especialmente para las personas que viven solas, que pueden sentirse aisladas y temerosas con lo que está sucediendo. No todos nos sentimos seguros o cómodos con las videollamadas como Skype, Zoom y WhatsApp, pero, al igual que con las llamadas telefónicas, ver una cara amigable y familiar puede ayudarnos a sentirnos más acompañados. También es un año para establecer nuevas relaciones con otras personas de nuestra comunidad que nos pueden brindar un gran apoyo.
El aislamiento y la soledad enferman, así que no debemos renunciar a nuestra vida social, sino mantener las medidas de seguridad recomendadas.