Olga Selma
Olga Selma es redactora especializada en temas de salud, alimentación y consumo.
… saber más sobre el autorLas ciudades de todo el mundo se enfrentan a problemas complejos como la rápida urbanización, el envejecimiento de la población, el cambio climático y la falta de recursos naturales. Ikea no se muestra impasible ante los problemas a los que se enfrenta la humanidad, y al hecho de que las ciudades son cada vez más inasequibles, insostenibles y socialmente desiguales. Además, la multinacional considera que nos enfrentamos a otro desafío: las personas viven más cerca y están más conectadas que nunca, pero nos sentimos cada vez más solos, ansiosos y estresados.
Siendo su compromiso con el planeta y la sociedad es firme, tal y como comenta Lena Pripp-Kovac, directora de sostenibilidad de Inter IKEA Group, cuando afirma que “usaremos nuestra escala para inspirar y permitir que muchas personas vivan una vida diaria mejor dentro de los límites del planeta para 2030”. En este sentido se orienta la investigación que ha llevado a cabo una investigación para averiguar los retos a los que se enfrentarán los hogares y las ciudades dentro de una década, a través de SPACE10, su laboratorio de investigación, y su inmobiliaria Ikano Bostad.
Su propuesta de futuro para los hogares de 2030 e basa en la adaptación a espacios pequeños, el coliving, las energías renovables, los productos sostenibles, el cultivo en el hogar y las nuevas formas de alimentación. Unas conclusiones que pudieron verse en la muestra El hogar del mañana. ¿Cómo viviremos en 2030? del pasado Madrid Design Festival.
También The Urban Village Project, una visión sobre cómo diseñar, construir y compartir nuestros los hogares, ciudades y vecindarios que ha llevado a cabo con EFFEKT Architects, encuentra la solución en compartir la vida privada con espacios públicos que permitan a las personas ser parte de una comunidad y disfrutar de un estilo de vida más social.
Su propuesta pasa por la construcción de comunidades con varios tipos de apartamentos en lugar de casas familiares estándar, que puedan intercambiarse según las necesidades de cada etapa vital. Ofrecer los componentes básicos para crear una comunidad próspera y una vida cotidiana de apoyo para personas de todas las edades con guardería compartida, jardinería urbana, fitness, comestibles y transporte compartido, por ejemplo. O soluciones integradas como la recolección de agua, energías renovables, producción local de alimentos y compostaje localizado. Todo ello financiado con una tarifa mensual para los elementos esenciales, como el alquiler, la electricidad, el agua, la calefacción, y el mantenimiento de las instalaciones compartidas. Y suscripciones complementarias flexibles para las necesidades diarias, como alimentos, medios, seguros, transporte y recreación.
En lugar de que todos los hogares tengan que comprar y almacenar los mismos artículos, The Urban Village Project sugiere que compartamos uno entre muchos, lo que contribuiría a que los costos de vida bajen y su cuidado por el planeta aumente. Y crear configuraciones democráticas inspiradas en fideicomisos y cooperativas de tierras comunitarias que permitan la entrada al mercado de viviendas más baratas y garanticen los intereses de la comunidad.
Para Ikea, un sistema de construcción modular, donde casi todos los componentes y materiales del edificio se pueden desmontar y reemplazar, reutilizar y reciclar durante la vida útil del edificio, no solo beneficiaría al planeta al minimizar el desperdicio, sino que también daría a las personas mucha más libertad y flexibilidad.