María Ángeles Otegi, de 81 años, estaba a punto de ser desahuciada por no poder pagar la hipoteca que había heredado de su hijo fallecido, sin embargo, la generosidad de un vecino le ha permitido continuar viviendo en su hogar, algo que ha celebrado al completo la plataforma Stop Desahucios Gipuzkoa, que denunciaba la situación de la octogenaria.
María Ángeles había avalado un préstamo de su hijo, por valor de 60.000 euros, con la hipoteca de su casa. Tras la muerte de su hijo, María Ángeles tuvo que afrontar el interés abusivo del préstamo (12,5%). Al no poder pagar, el prestamista pidió en el juzgado que el piso se subastase para quedárselo como modo de pago.
La mujer no supo de esta situación hasta 2021, cuando la subasta y la amenaza de desahucio estaban muy cerca, según recogen diferentes medios. Por suerte, un vecino de Usurbil, en Gipuzkoa, ha comprado la casa de la mujer y se la ha dejado en usufructo vitalicio, acabando así con su calvario, según informaba la radiotelevisión pública vasca, eitb.eus.
La plataforma Stop Desahucios de Gipuzkoa denunció hace algunas semanas que el usurero prestamista, Reno Amusement SL, con sede en Madrid, estaba demandando que el usurero formalizó con el hijo fallecido un préstamo con la garantía de la vivienda ya pagada de su madre y la "cláusula abusiva del vencimiento anticipado". La "desorbitada" deuda generada por el préstamo, había alcanzado los 109.680 euros, que finalmente han sido abonados por un vecino, que ha preferido permanecer anónimo.
María Ángeles aseguraba estar muy "feliz" y "agradecida", tanto por la solidaridad de este vecino, al que conoce bien, lo cual le da seguridad, como por la ayuda de la plataforma, ya que ahora podrá "vivir en mi casa, tranquila, hasta morir". "Siento mucha felicidad, he ganado muchísimo en salud", aseguraba.