Con 100 años, Anna Possi sigue trabajando cada día: "Mi bar es mucho más que un trabajo. Es mi vida"
"Cuando yo me vaya, mi bar también se irá", ha confesado
Anna Possi tiene 100 años y es el vivo reflejo de la constancia y el sacrificio. Es dueña de su propia cafetería, Bar Centrale, ubicada en el pueblo Nebbiuno al norte de Italia. Fue en el año 1959 cuando, junto con su marido, fundó el bar y desde entonces acude a trabajar durante todos los días.
El negocio de Nonna Anna, tal y como la conocen en su pueblo, comienza a funcionar a las siete de la mañana y abre todos los días del año, sin excepción, incluyendo fines de semana y festivos."Pero, ¿por qué iba a dejarlo? Para mí, mi bar es mucho más que un trabajo. Es mi vida", ha explicado. Desde su apertura no ha parado de servir capuccinos, pues "La gente también quiere tomar café en Navidad".
Para ella, su trabajo es un lugar en el que está entretenida y en el que se siente acompañada, sin embargo, confiesa que echa de menos las antiguas costumbres, pues ahora "todo el mundo está mirando el móvil", mientras que antes hablaban y jugaban a las cartas.
"Cuando yo me vaya, mi bar también se irá", explica Anna al hablar del futuro de Bar Centrale. Sin embargo, asegura que tanto su cabeza como sus huesos siguen sanos, por lo que promete seguir trabajando como hasta ahora.
Su edad no es una barrera, pues Nonna Anna dice tener todo lo que necesita: buena salud, independencia y un trabajo que le gusta.
