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El primer día de vacunación contra el Covid-19 en Reino Unido dejó muchas imágenes emocionantes. Una de ellas fue la de Margaret Keenan, de 90 años e Irlanda del Norte, que se convirtió en la primera persona del mundo en recibir la vacuna fabricada por Pfizer/BioNTech. Pero otra que pasó más desapercibida fue el conmovedor testimonio de Martin Kenyon, un hombre de 91 años, po después de que le pusieran este mismo antídoto contra el coronavirus.
En una entrevista en directo con la CNN, Kenyon contó que el procedimiento para recibirla fue increiblemente sencillo. Llamó esa mañana al hospital, consultó si estaban poniendo la vacuna, respondió un cuestionario telefónico para ver si estaba incluido dentro de los grupos de riesgo, que son los primeros en ser vacunados, según determinaron las autoridades de salud británicas, y una vez que comprobaron que encuadraba, le pidieron que fuera ese mismo día.
Según su relato, tras llegar al hospital pusieron su nombre en una lista, le ofrecieron un almuerzo mientras aguardaba, y finalmente recibió el pinchazo, que fue "totalmente indoloro, como cualquier otra vacuna", según contó. "Ni me di cuenta cuando la aguja entró y salió", se rió.
Martin Kenyon, de 91 años, después de recibir la vacuna en Londres: "There's no point on dying now"pic.twitter.com/orGULttboj
— Sonia Corona (@sonyacrown) December 8, 2020
Kenyon recibió una tarjeta que le indica que deber regresar al hospital para un control dentro de 10 días y luego, a los 21 días de la primera dosis, recibirá la segunda. Según indican los estudios, entre 7 y 10 días después de esa segunda dosis tendrá inmunidad y estará protegido contra el coronavirus.
Pero el tramo más emotivo de la entrevista llegó al final. El hombre contó que esperaba "vivir mucho tiempo para disfrutar de sus nietas". También que todavía no había informado a su familia que se había vacunado, pero que esperaba hacerlo nada más volver a su casa, y que soñaba con ver a sus hijos y nietas para la Navidad y poder abrazarlos, porque este año los había visto poco por la pandemia.
"No tiene sentido morirse ahora, después de haber vivido todo esto. No está en mis planes de ninguna manera...", concluyó con una sonrisa Kenyon, alegrándose por lo que parece el comienzo del fin de la pesadilla que hemos vivido este año.