Toni Esteve
Sociedad
Sí, es posible aprender inglés pasados los 60 años
Toni Esteve
Foto: Bigstock
Viernes 7 de enero de 2022
ACTUALIZADO : Viernes 7 de enero de 2022 a las 12:47 H
5 minutos
Aprender una nueva lengua puede ser muy gratificante y una manera de ejercitar nuestra mente
Aprender idiomas es un clásico en la lista de propósitos para empezar un nuevo año. Y más en España. Según el Índice del EF English Proficency, nuestro país se sitúa, con un nivel medio, en la posición 34 de 100 países en el mayor Ranking Mundial según su dominio del inglés (una lista que encabezan los Países Bajos). Y no mejoramos respecto al resto de Europa, donde ocupamos el puesto 24 de 35. Si tenemos más de 60 años, puede que nos hagamos preguntas como ¿llegamos ya tarde para aprender un nuevo idioma? O ¿Por qué debería aprender idiomas si ya estoy jubilado y no lo necesito para trabajar? Lo cierto es que aprender idiomas tiene beneficios que van más allá de las competencias profesionales y de la edad que tengamos.
Aprender idiomas puede ser muy gratificante y una excelente manera de ejercitar nuestra mente y protegernos del deterioro cognitivo. De hecho hay estudios que han detectado que la prevalencia de la demencia en países donde se habla más de una lengua es un 50 por ciento inferior a la de las regiones en las que la población solo utiliza un idioma.
Aprender idiomas también nos puede abrir un nuevo abanico de posibilidades para el tiempo libre que tenemos cuando somos mayores. Todo apunta que para este verano ya podremos volver a viajar, y saber inglés, por ejemplo, es básico para desenvolvernos en el extranjero. Además, saber nuevos idiomas nos permite conocer gente y ver películas en versión original o acceder a libros que de otro modo no podríamos leer.
Cómo podemos lograrlo
Aprender idiomas requiere tiempo y dedicación, cosas con las que contamos cuando estamos jubilados. Lydia Machová, políglota que habla 8 idiomas, explicaba en una charla Ted cómo contactó con muchos otros amantes de los idiomas para conocer que tenían en común las personas políglotas. Según Machová, todas tenían sus propios métodos, pero compartían algo: todos “hablaban del aprendizaje de idiomas como algo divertido”. Así que si lo que te aburre es estudiar gramática o los típicos libros de texto, puedes probar con estas alternativas más lúdicas:
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Vuelve a leer tu libro favorito, pero esta vez en inglés. Como ya conoces de sobras la trama e incluso los diálogos, no importa si al principio no entiendes nada. Seguramente, para cuando estés terminando el libro ya seas capaz de entender muchas cosas sin problemas.
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Mira tu serie favorita en el idioma en el que estés interesado. La constancia es imprescindible si quieres aprender una nueva lengua. Machová explica que ella decidió ver "Friends", su serie de televisión favorita, en alemán: ”Al comienzo no entendía nada, no sabía cuándo terminaba una palabra y comenzaba otra, pero seguí viéndolo todos los días porque es "Friends". Me gusta tanto que puedo verlo en cualquier idioma. Y en serio, luego de la segunda o tercera temporada, los diálogos comenzaron a cobrar sentido”. Machová recuerda perfectamente el momento en que “entendí el primer chiste en alemán mientras veía "Friends". Estaba tan feliz y motivada que ese día vi dos episodios más, y mientras más lo veía, experimentaba más de esos momentos de entendimiento, los pequeños logros, y poco a poco, llegué a un nivel en el que podía usar el idioma de forma espontánea y fluida para expresar cualquier cosa”. Por supuesto, el proceso será más fácil, rápido y menos tedioso si te ayudas poniéndote los subtítulos en tu propio idioma.
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Usa sitios web para hablar con nativos. Hay mucha gente en Internet buscando personas que estén dispuestas a charlar para aprender juntos. Aquí es necesario perder la vergüenza y comprender que quien está al otro lado de la pantalla tiene las mismas inquietudes, necesidades y dudas que tú. Basta con que previamente te aprendas algunas frases (pueden ser las típicas que te encontrarías en cualquier guía de viajes) y atreverte a hablar desde el primer momento. Conocerás gente nueva, practicarás el idioma sin salir de casa y, quién sabe, quizá hagas un nuevo amigo en el extranjero al que acabarás visitando, lo que te abrirá a la posibilidad de practicar la “inmersión” en el idioma.
- Haz algo todos los días. Como ya hemos comentado, el tesón y la constancia son importantes a la hora de aprender un idioma. Busca tu propio método para recordar a largo plazo las palaras que vayas memorizando. Haz tus propias listas de palabra o usa aplicaciones que se basan en este sistema como Anki o Memrise. También puedes usar directamente aplicaciones móviles para aprender el idioma durante todo el proceso. Pero recuerda que el proceso de aprendizaje tendrá que ser, ante todo, divertido.