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Las lesiones de tendón en ovejas que fueron tratadas con injertos de células madre alcanzaron, en sólo dos meses, un diámetro y una dureza similares a los del tendón sano original, según los resultados de un estudio publicado en la revista STEM CELLS Translational Medicine (SCTM).
Estos resultados sugieren que el tratamiento, que utiliza microinjertos adiposos autólogos (injertos de células madre derivadas de la grasa extraída del receptor) presenta una forma segura, fiable y relativamente rápida de promover la curación del tendón.
Los tendones son los tejidos fibrosos que conectan los músculos con los huesos y su función es transmitir la fuerza de contracción producida por los músculos al hueso que sostienen, consiguiendo así el movimiento.
Debido al uso excesivo o a la degeneración relacionada con la edad, las lesiones de los tendones se han convertido en un problema clínico común.
Los tendones dañados se curan lentamente, y los tratamientos actuales a menudo no pueden controlar el dolor ni son capaces de restaurar la estructura y la funcionalidad originales del tendón.
"No sólo sufre el paciente, sino que el aumento de la tasa de incidencia y la ineficacia de los tratamientos de los trastornos tendinosos y otros trastornos musculoesqueléticos han provocado un aumento de hasta 874.000 millones de dólares (unos 740 millones de euros) entre 2000 y 2015, lo que representa una importante carga socioeconómica para la sanidad en todo el mundo, de ahí que un plan terapéutico eficaz y asequible sea sin duda imprescindible", afirma el doctor Francesco De Francesco, miembro de la unidad de Cirugía Reconstructiva y Cirugía de la Mano de AOU Ospedali Riuniti (Hospitales Unidos), en Italia.
Fue coautor del nuevo estudio, una colaboración multiinstitucional en la que participaron colegas de su Universidad, así como de la Universidad de Camerino, la Universidad de Parma, la Universidad Politécnica de Marche y la Universidad de Ferrara.
En la búsqueda de nuevas y mejores formas de curar los tendones lesionados, el mundo de la medicina está estudiando detenidamente las terapias regenerativas. En particular, los microinjertos adiposos autólogos (MAA) y la fracción vascular estromal (FVE) se muestran prometedores.
La FVE, derivada del tejido adiposo, contiene poblaciones celulares heterogéneas, como células madre/progenitoras mesenquimales, células endoteliales, pericitos, células T y macrófagos M2.
Las células madre/progenitoras mesenquimales derivadas de la FVE pueden expandirse fácilmente in vitro y tienen el potencial de crear diversos linajes celulares.
En un estudio anterior realizado en ratas, los MAA y las FVE mejoraron la cicatrización del tendón en un 60-70% de los animales tratados.
El objetivo de este nuevo estudio era evaluar los efectos de los microinjertos adiposos autólogos en ovejas con tendinopatía, ya que los animales de mayor tamaño son más comparables a los humanos que los roedores.
"Este es también el primer estudio en un modelo animal que emplea un sistema de disgregación mecánica de la grasa ('Rigenera', de Rigenera Technology, en Italia) como alternativa a la digestión enzimática para aislar la FVE.
El proceso consiste en disgregar suavemente el tejido adiposo utilizando una rejilla particular de microcuchillas y un filtro para las células dentro de una cápsula estéril.
Este dispositivo permite generar una suspensión de microinjertos lista para su uso y rica en FVE, fragmentos de matriz extracelular y factores de crecimiento, y facilita y potencia el potencial regenerativo de los fragmentos de tejido aislados", explica el doctor De Francesco.
Este procedimiento es capaz de mantener el microambiente del nicho perivascular, al tiempo que elimina cualquier factor proinflamatorio. Las fracciones vasculares estromales residuales contienen pericitos que son capaces de convertirse gradualmente en células madre adiposas activadas.
"Los microinjertos adiposos autólogos resultantes tienen un gran efecto antiinflamatorio y curativo cuando se aplica a trastornos musculoesqueléticos. Además, el procedimiento de recolección es más fácil, rápido, seguro y fiable y con menos morbilidad para la zona donante que la recolección de médula ósea o plasma rico en plaquetas", añade.
El equipo realizó el estudio induciendo una tendinopatía en ambos tendones del calcáneo común (TCC) de 16 ovejas hembras. La tendinopatía consiste en la descomposición del colágeno de un tendón, lo que provoca dolor y ardor, y reduce la flexibilidad y la amplitud de movimiento.
Cuatro animales fueron asignados a un grupo no tratado como control. A cada una de las otras 12 ovejas se les inyectó un TCC con microinjertos adiposos autólogos, mientras que su TCC contralateral se dejó sin tratar.
"Dos meses después de la inoculación, los datos obtenidos de nuestros análisis mostraron que en el grupo tratado con FVE el diámetro y la dureza del tendón eran similares a los de los tendones no lesionados.
Además, observamos efectos positivos en la composición de la matriz en los tendones tratados y en los depósitos de colágeno, así como una mejora en la formación de vasos sanguíneos en los lugares de la lesión", informa el coautor Michele Riccio, director de la Unidad de Cirugía Reconstructiva y Cirugía de la Mano de los Hospitales Unidos AOU de Ancona.
"Nuestros hallazgos sugieren que los efectos beneficiosos de la reparación del tendón inducidos por las FVE son atribuibles al mantenimiento y la inducción de la organización de las fibras del tendón, más que a un aumento de un conjunto de células como parte del proceso de curación", continúa.
"Esto indica además que las FVE representan un tratamiento seguro, fiable y más eficaz para la tendinopatía, con una tasa menor de complicaciones tras la intervención, que las terapias actuales. Creemos que refuerza la justificación de su uso como tratamiento de la tendinopatía en humanos", añade.
"Este estudio preclínico en el que se utilizan injertos de células madre derivadas de la grasa para curar las lesiones de los tendones es prometedor para un futuro tratamiento en humanos –apunta el doctor Anthony Atala, editor jefe de STEM CELLS Translational Medicine y director del Instituto Wake Forest de Medicina Regenerativa–. Estos resultados son ciertamente prometedores e indican una terapia potencial para ayudar a las lesiones que se producen por el uso excesivo o la degeneración típica".