Irene Alcaraz
Sociedad
El consumo habitual de fresas podría combatir el alzhéimer
Un estudio advierte de los beneficios de la nutrición en nuestra salud cognitiva
Las fresas son un alimento con múltiples beneficios para nuestro organismo: antioxidantes, vitamina C, potasio, calcio, fósforo… Ahora, un estudio de la Universidad de Rush en Chicago (RUSHU), publicado en Journal of Alzheimer Disease, ha descubierto la capacidad de uno de sus compuestos bioactivos para combatir la neuroinflamación característica del alzhéimer: la pelargonidina.
Aunque está presente en casi todo tipo de bayas, las fresas son las que contienen mayor cantidad de dicho compuesto.
Qué sucede en un cerebro con alzhéimer
Aunque se desconoce la causa, sí se sabe el proceso por el cual aparece esta patología. En un momento dado, dos proteínas, la beta-amiloide y la proteína tau, dejan de funcionar correctamente. En vez de plegarse como deberían, se acartonan y se van apelmazando en el cerebro.
Al final, su interactuación produce una neuroinflamación que va colapsando ciertas áreas del cerebro. Es entonces cuando aparecen los primeros síntomas del alzhéimer.
Qué pueden hacer las fresas
El papel beneficioso de las fresas pudo ser determinado por la Universidad de Rush gracias a un programa de seguimiento de personas mayores durante más de 20 años, Rush Memory and Aging Project (MAP).
Durante dicho seguimiento, además de hacer un seguimiento de la dieta de los participantes mediante un cuestionario de frecuencia de alimentos, se realizaron test cognitivos periódicos, así como una evaluación neuropatológica estandarizada tras su fallecimiento.
Conclusiones
Tras el análisis, descubrieron que la pelagonidina, presente en las bayas y especialmente en las fresas, posee “propiedades antiinflamatorias” que “pueden disminuir la neuroinflamación general, lo que puede reducir la producción de citoquinas”, afirmaba la doctora Julie Schneider, autora del estudio.
No obstante, Puja Agarwal, coautora del estudio y epidemióloga nutricional, también recuerda que “el estudio fue observacional y (…) se necesita más investigación para comprender el papel de la nutrición en la enfermedad de Alzheimer, pero este estudio nos da esperanza sobre cómo los componentes dietéticos específicos, como las bayas, pueden ayudar a la salud del cerebro”.