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El consumo de zinc a través de la dieta se asocia con un menor riesgo de deterioro de la función física y síndrome de fragilidad en personas mayores, según un estudio realizado por investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y el Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP).
Las autoras principales, Verónica Vega-Cabello, Esther Lopez-Garcia y Ellen Struijk, aclaran que una ingesta adecuada y suficiente de zinc se puede lograr a través de una dieta saludable que incluya alimentos ricos en este nutriente, como carnes, cereales, leche y productos lácteos.
El zinc es un mineral traza con funciones esenciales para la salud humana. Interviene en mecanismos moleculares como mediador de estrés antioxidante y antiinflamatorio, de manera que podría ser un nutriente clave en procesos asociados al envejecimiento no saludable, como el deterioro de la función física y la fragilidad, en parte causados por un estado de inflamación de bajo grado.
Por ello, analizar el consumo de zinc en relación con el deterioro de la función física y fragilidad es el objetivo de este estudio prospectivo, donde se ha analizado información de 2.963 adultos mayores de 60 años de la cohorte española 'Seniors-ENRICA', iniciada en 2008-2010 y con el último seguimiento realizado en 2017. Los resultados se han publicado recientemente en la revista Journals of Gerontology: Series A Medical Science.
Los resultados muestran que un consumo mayor de zinc a través de la dieta habitual estaba asociado a menor riesgo de deterioro de la función física y de fragilidad incidentes después de nueve años de seguimiento.
Dieta y envejecimiento no saludable
El envejecimiento de la población a nivel mundial es un importante reto de salud pública. En concreto, el deterioro de la función física y la fragilidad son condiciones que manifiestan un envejecimiento no saludable que pueden llevar a la discapacidad y muerte prematura.
Por ello, el foco está puesto en identificar factores específicos de la dieta que puedan estar asociados a estas condiciones para diseñar estrategias enfocadas al estilo de vida que prevengan o ralenticen el deterioro físico en personas mayores.