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La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) inauguraba el pasado miércoles 7 de junio su 63 congreso, que ha incluido diferentes sesiones plenarias, talleres y cursos, que han seguido más de 800 geriatras y gerontólogos.
El congreso fue inaugurado por la consejera de Salud de Navarra, Santos Induráín, quien mostró su empatía con la especialidad de la geriatría, y ha contado con una conferencia de Iñaki Gabilondo, quien alertó a los asistentes y a las personas mayores en general sobre el desasosiego y el temor de la sociedad por el envejecimiento de la población y el impacto que esto tiene en la sociedad. De esta forma, pidió ser viejos jóvenes, no tratar a los mayores como material sobrante y un trato social y clínico más humano.
El medio ambiente, más concretamente, cómo influye en el envejecimiento, ha sido uno de los temas que se han abordado, destacando que el grupo de las personas mayores de 65 años es el que se ve más afectado por la contaminación medioambiental en lo que se refiere a enfermedades cardiovasculares y fallecimientos.
En este sentido, Jordi Bañeras Rius, cardiólogo del Hospital Vall d Hebrón, coordinador de la Comisión de salud y medio ambiente de este centro, señaló en el congreso que la contaminación ambiental afecta a las enfermedades cardiovasculares. "¿Qué hace un cardiólogo hablando de contaminación? ¿Por qué un día por los ingresos que tenemos, tan irregulares, comenzamos a investigar si el ambiente podía influir? Nuestra investigación llevó a demostrar que los pacientes con infarto y en tratamiento de reanimación tienen peor recuperación en un ambiente contaminado", explicó.
Los factores de riesgo determinan nuestra salud, y podemos diferenciar varios, según indicó: los genéticos, la atención sanitaria (fármacos) y el exposoma, es decir, el ambiente. "Las ciudades donde vivimos son un factor determinante, incluso si las comparamos con el perjuicio del tabaco para los fumadores", señaló, y aunque no se puede equiparar la contaminación y el tabaco, sí aseguraba que "la contaminación atmosférica en algunos casos es tan elevada que produce el efecto que fumar dos cajetillas al día".
La contaminación atmosférica se posiciona como el cuarto factor de riesgo cardiovascular, detrás de la hipertensión, el tabaco y el alcoholismo. Puede quitar hasta cuatro años de vida por enfermedades cardiovasculares, siendo responsable de 8 millones de muertes en todo el mundo al año, de los cuales, más de la mitad son mayores de 65 años, los más vulnerables, señalan. Lo que más muertes provoca son las enfermedades cardiovasculares, especialmente infartos e ictus.
La combustión de los vehículos y la industrialización son las principales razones del aumento de contaminación que se ha dado principalmente desde el año 2000. En este sentido, Bañeras habló sobre las investigaciones sobre Material Particulado (MP), un conglomerado de contaminantes cuyas sustancias se encuentran en el ambiente y no podemos ver.
Son las que más enfermedades provocan. De hecho, entre 1986 y1989 ya se hablaba de la relación entre la contaminación y las enfermedades cardiovasculares, provocando infartos o arritmias, y es que los días que más se registraba monóxido de carbono, también era cuando más ingresos por infartos en mayores de 65 años se contabilizaban.
"Los estudios realizados señalan también que, a largo plazo, la contaminación provoca arteosclerosis. Se mantienen diferentes conceptos y mediciones sobre el MP que la UE sitúa en 25 y la OMS, en 5. No existe un umbral a partir del cual ya no sea dañina, como el que se estableció para el colesterol, pero tenemos que ir a un nivel cuanto más bajo, mejor", indicó.
Los costes de la contaminación en la salud
La contaminación provoca un gasto en salud de 4.000 millones de euros, según aportó la Sociedad Europea de Cardiología, quien recomienda aislar a los pacientes de riesgo cuando se produzcan picos de contaminación que aumenten el riesgo de mortalidad o evitar estos días. "Caminar por una gran avenida en una ciudad no es lo mismo que caminar por una zona verde", explicaban.
Por su parte, Mario Fernández Fraga, biólogo molecular y bioquímico, científico titular del CSIC y de la unidad de epigenética del cáncer del Instituto universitario de oncología de Asturias, planteo la cuestión de por qué no todos envejecemos de la misma forma. La respuesta, según una investigación llevada a cabo por su equipo, tiene que ver con un componente ambiental. Más específicamente, los ambientes enriquecidos, los cuales afectarían positivamente al funcionamiento del cerebro y el rejuvenecimiento molecular del mismo.
"Cada vez más personas mayores cumplen el ciclo vital completo", indicó a su vez María del Carmen Requena, psicóloga, profesora de la Universidad de León, quien dirige investigaciones sobre el efecto del Medio Ambiente en la vida de los Mayores. "Hoy una mujer de 65 años puede vivir 22 años más con un tiempo no estructurado. Disponen de un tiempo que antes era tiempo ocupado, con obligaciones, mientras que ahora su imaginación y algunas propuestas serán las que posibiliten que empiece a ocupar el tiempo".
Es por ello que se propone asociar actividades a la edad, y que estas actividades estén enfocadas en la supervivencia y el mantenimiento, acabando con la idea de que los intereses están reservados para los más jóvenes. "Todos estos postulados nos llevan a atender características específicas. Se pretende que estas personas se desenvuelvan en un ambiente dócil, con actividades dirigidas a mantener la salud física y cognitiva", explicó.
"El problema es que no disponemos de medidas que nos permitan conocer el efecto de transferencia del ambiente sobre esas personas". Es por ello que es necesario "recurrir a nuevos conocimientos para invertir el paradigma" y hacer programas dirigidos a ese propósito. "Ahora se están diseñando programas para realizar actividades en su medio ambiente con características de tipo tecnológico, programas que familiaricen a los mayores con tecnologías", sin embargo, "muchos de 75 años no tienen estudios, por tanto, es necesario que en el diseño de esos programas sobre tecnología, haya redes de voluntariado y de experiencias intergeneracionales".
"Hay mejoras que se identifican en actividades nuevas, tecnológicas, reflexivas, que tienen que ver más con desarrollo personal que supervivencia o mantenimiento. Las limitaciones son tener al ambiente realmente incorporado y el diseño de evaluaciones de funcionalidad", concluía.
El presidente de la SEGG, José Augusto García Navarro, finalizaba la jornada agradeciendo a todos los que habían contribuido para que el congreso se hubiese llevado a cabo. "Imposible haber vivido un congreso con el nivel que hemos vivido estos días si no es con vuestros conocimientos y colaboración. Estáis formando parte de un proyecto que tiene 75 años, consolidado, y este es un motivo para seguir luchando", finalizaba.