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Las bacterias que viven en la contaminación plástica del océano podrían producir nuevos antibióticos capaces de proteger a los humanos contra las superbacterias resistentes a los medicamentos, según un nuevo estudio liderado por el Instituto Scripps de Oceanografía (Estados Unidos), financiado por la Fundación Nacional de Ciencias y presentado en la conferencia de la Sociedad Americana de Microbiología, que se está celebrando en Washington D.C.
Los científicos estiman que cada año llegan a los océanos entre 5 y 13 millones de toneladas métricas de contaminación plástica, desde grandes desechos flotantes hasta microplásticos en los que los microbios pueden formar ecosistemas enteros. Estos se encuentran en lugares cada vez más remotos en todo el mundo, desde la nieve fresca de la Antártida hasta el aire de las montañas sobre los Pirineos.
Los desechos plásticos son ricos en biomasa y, por tanto, podrían ser un buen candidato para la producción de antibióticos.
Bacterias más eficaces
Para explorar el potencial de la plastisfera como fuente de nuevos antibióticos, los investigadores incubaron el tipo de plástico que se ve habitualmente en las bolsas de la compra (polietileno de alta y baja densidad) en el agua cerca del muelle de Scripps en La Jolla, California, durante 90 días.
Los investigadores aislaron 5 bacterias productoras de antibióticos del plástico oceánico, entre ellas cepas de 'Bacillus', 'Phaeobacter' y 'Vibrio'. Tras las investigaciones se descubrió que estas bacterias aisladas eran eficaces contra las bacterias de uso común, así como contra 2 cepas resistentes a los antibióticos.
El problema de las superbacterias
Con la infección y la resistencia a los antibióticos en aumento y el poco potencial para desarrollar nuevos medicamentos a través de los recursos terrestres, la medicina moderna está mirando hacia el mar.
Prueba de sensibilidad a los antibióticos de un laboratorio. Fuente: BigStock
"Teniendo en cuenta la actual crisis de los antibióticos y el aumento de las superbacterias, es esencial buscar fuentes alternativas de nuevos antibióticos. Esperamos ampliar este proyecto y seguir caracterizando los microbios y los antibióticos que producen", explica la autora principal del estudio, Andrea Price.
Las bacterias encontradas en el ecosistema de los microplásticos podrían tener en el futuro aplicaciones médicas para luchar contra las superbacterias o bacterias multirresistentes, es decir, aquellas para las que los antibióticos ya no son eficaces. De ahí la preocupación de los científicos por encontrar nuevas fórmulas antibacterianas.