La diabetes es una enfermedad metabólica crónica que se caracteriza por los elevados niveles de glucosa en la sangre. Si no se controla adecuadamente, puede llegar a causar daños graves en el corazón, vasos sanguíneos, ojos, riñones y nervios.
Tal y como explica la doctora Nieves Fernández Letamendi, geriatra en el Hospital Quirónsalud Zaragoza, en las personas mayores, el control de la diabetes Mellitus debe ser totalmente individualizado, porque lo que es un buen control para un paciente, no tiene por qué serlo para otro.
En el caso de que este control sea muy exhaustivo, podemos provocar consecuencias como hipoglucemias, y si no es suficiente, pueden aparecer complicaciones como las descomposiciones diabéticas hiperglucémicas.
Además de la importancia de llevar un control, esta especialista destaca también que es clave tener una dieta equilibrada y realizar ejercicio físico de manera diaria para poder llevar una vida activa y saludable. En este enlace puedes consultar diferentes ejercicios que se adaptan a cada perfil de paciente mayor.
Para llevar el control de las glucemias, habitualmente se realizan pinchazos en el dedo, que suelen hacerse antes del desayuno y pre/postpandriales (antes y/o después de cada comida). Estos son denominados BMTest y se hacen según lo aconseje nuestro médico.
La doctora Fernández Letamendi indica que además de los BMTest, hay que determinar periódicamente la hemoglobina glicosilada (HbA1c), que es un parámetro analítico que se nombra en % y que nos orienta a saber cómo ha estado el control glucémico en los meses anteriores.
En adultos menores de 75 años, con baja comorbilidad, buen estado físico y cognitivo, y expectativa de vida larga, hay que intentar que el control glucémico tenga una HbA1c por debajo del 7%.
En mayores de 75 años, pero que mantengan baja comorbilidad, buen estado físico y cognitivo y buena expectativa de vida, los niveles correctos de HbA1c deberían estar alrededor de 7-7,5%.
Por otro lado, en mayores frágiles (independientemente de la edad), que son los que presentan mayor o menor grado de dependencia, demanda de atención sanitaria relativamente frecuente por descompensación de sus patologías de base y que tienen una expectativa de vida más limitada, las cifras de HbA1c admitidas para un buen control están entre 7,6-8,5%.
Finalmente, en pacientes candidatos a cuidados paliativos, con fragilidad e inmovilidad importante, nos tenemos que olvidar de la HbA1c y centrarnos en que las glucemias basales estén por debajo de 200, pero por encima de 80-100, y en que no aparezcan complicaciones secundarias a hipo o hiperglucemias, simplificando controles y tratamientos.
Sobre el autor:
Stefano Traverso
Stefano Traverso es licenciado en Ciencias de la Comunicación en la USMP de Perú; con un máster en Marketing Digital & E-commerce en EAE Business School de Barcelona. Ha trabajado en diferentes medios de comunicación en Perú, especializándose en deporte, cultura y turismo.