El cambio climático es la gran preocupación de los más jóvenes a juzgar por las multitudinarias manifestaciones de estudiantes celebradas en todo el mundo durante este último año. Movilizaciones, impulsadas por la creadora de Fridays for Future (@FridayForMadrid), Greta Thunberg, que ha llegado este viernes a Madrid con motivo de la Cumbre del Clima COP25 (@COP25CL). Pero, ¿significa esto que hay una brecha generacional respecto a la crisis climática? La mayoría de las encuestas que tienen en cuenta las diferencias por sexo o edad afirman que los mayores de 65 años son el grupo menos concienciado por el clima frente a los jóvenes que abanderan esta lucha, pese a que son uno de los principales grupos de riesgo ante los desastres climáticos. Sin embargo, los mayores destacan por sus hábitos de consumo más ahorradores y concienciados con el reciclaje.
Al margen de los datos, algunas plataformas como Abuelos por el clima o Yayoflautas (@yayoflautas) reivindican las diferentes posturas dentro de su grupo de edad y aseguran que todavía hay muchos mayores sensibles al "ecologismo", aunque sea solo por su preocupación por el legado futuro que dejan. "Si los nietos son capaces de explicarlo bien a sus abuelos, se puede crear una sinergia tremenda", afirma Ovidio Bustillo, miembro del movimiento Yay@flautas Madrid, que acudirá este viernes a la manifestación por el clima, convocada ante la inacción de los gobiernos y empresarios para frenar el cambio climático. "Sí, reconozco que pertenezco a una generación que no ha hecho lo suficiente por prevenir el cambio climático a nivel económico y político, por eso es más necesario que nunca un cambio de modelo y de pensamiento".
Más negacionistas que los jóvenes
En los últimos 130 años el mundo se ha calentado 0,85 ºC y los fenómenos meteorológicos extremos son cada vez más intensos y frecuentes, con un acelerón en los últimos 30 años debido al consumo de combustibles fósiles, que han liberado grandes cantidades de CO2 y de otros gases de efecto invernadero, según datos de la ONU. Pese a que el Cambio Climático es un evidencia para la mayoría de la población española (84%), que lidera los rankings dentro del entorno europeo, no todos tienen el mismo grado de concienciación. Según el último CIS que preguntó por el tema, el 90% de las personas encuestadas entre 25 a 34 años considera que existe el cambio climático, mientras que el porcentaje baja a 72,6% en el caso de los mayores de 65 años, colocando a este grupo como ligeramente más negacionista. Además, son los mayores la franja de edad que más defienden que las inundaciones han sido "fenómenos que siempre han ocurrido" (34%) en comparación con otras edades.
Esto podría deberse a principalmente al hecho de que las personas mayores pueden ser más propensas a pensar que no sufrirán los efectos del cambio climático en su vida, pero otros factores como el nivel educativo, el sexo o el lugar de residencia, tienen una mayor incidencia en la preocupación por el Cambio Climático, explican los expertos. "El que los mayores de 60 años tenga datos diferentes al resto de grupos de edad yo lo interpreto como que sus preocupaciones son otras como tener buena salud y una calidad de vida razonable, además de falta de información", explica Javier Benayas, profesor de la Universidad de Santiago (@UniversidadeUSC), colaborador del estudio Sociedad ante el cambio climático para la Fundación Mapfre (@fmapfre), que confirma la brecha generacional.
Fuente: Barómetro CIS
Más ahorradores y defensores del reciclaje
Respecto a la responsabilidad propia en cuanto a incorporar hábitos para luchar contra el cambio climático, un 9% de los mayores considera que no puede hacer nada, frente al 3% que opina lo mismo entre el grupo de 18 a 24 años, según el CIS; pero sorprende que los mayores de 65 años son los que más defienden que "quien contamine pague". Reducir el uso de plásticos es la medida que integra más consenso en cuanto a acciones para combatir el cambio climático entre el diversos grupo de los mayores, tal como confirma un estudio sobre las actitudes ante el reciclaje entre los mayores realizado por la Unión Democrática de Pensionistas durante 2019 (ver gráfico).
Otro aspecto que los aventaja frente a los más jóvenes, es su actitud ante el ahorro energético, como apagar las luces, bajar el termostato de la calefacción, o reducir el uso del aire acondicionado, tal como constata el estudio de Mapfre y la Universidad de Santiago sobre Mayores y Cambio climático. Las personas de 60 y más años son las más ahorradoras en el consumo eléctrico (90,5%). Así pues, "el retrato de las personas ahorradoras se corresponde, fundamentalmente, con la imagen de la población adulta, sobre la que descansa la mayor parte del mantenimiento del gasto familiar en los hogares españoles".
Diferencias según educación, ideología y sexo
Las variables sociodemográficas e ideológicas juegan un papel muy relevante en las opiniones y actitudes de los españoles respecto al cambio climático y el medio ambiente, afirman desde el Real Instituto ElCano (@rielcano) en su estudio Los españoles ante el cambio climático. "Claramente las posiciones más ecologistas se encuentran con mayor frecuencia entre los jóvenes, los más educados, los que se sitúan más a la izquierda y los que viven en grandes ciudades. Las mujeres muestran más preocupación que los hombres ante la perspectiva de una reducción de gastos estatales de otro tipo para hacer frente a los destinados a combatir el cambio climático".
"Los desempleados, jubilados y amas de casa son más reticentes a que se destine dinero a compensar el efecto del cambio climático si ello supone reducir otras partidas estatales. Sin embargo, en todos los grupos sociodemográficos o ideológicos dominan los que mantienen posiciones ecologistas, incluso entre las personas mayores, de derechas, rurales, desempleadas, amas de casa y de bajo nivel educativo, concluyendo que son una minoría (en torno al 4%) los que niegan la existencia de ese cambio climático", sostienen desde el Real Instituto El Cano.
Fuente: Los españoles ante el cambio climático. Real Instituto Elcano
Los efectos del cambio climático en los mayores
La Organización Mundial de la Salud (@OMS_es) considera que el cambio climático es potencialmente la mayor amenaza para la salud del siglo XXI y prevé que causará anualmente unas 250.000 muertes adicionales entre 2030 y 2050; 38.000 de ellas por exposición de personas mayores al calor; 48.000 por diarrea, 60.000 por paludismo y 95.000 por desnutrición infantil. Se prevé asimismo que los efectos en la salud serán más graves en las personas mayores y las personas con diversos achaques o dolencias preexistentes, además de la proliferación de nuevas enfermedades asociadas con la contaminación como el asma, el cáncer de pulmón, la neumonía, o el ictus.
Las personas mayores también necesitan apoyo ininterrumpido para acceder a la salud cuando sufren enfermedades crónicas como enfermedades del corazón o diabetes y son especialmente vulnerables a los desplazamientos forzosos al vivir en casas antiguas y tolerar peor las situaciones de shock y de estrés, tanto física como psicológicamente. "Sin duda los últimos acontecimientos de grandes inundaciones o ciclones que se están relacionando con el cambio climático puede estar afectando a que personas que viven cerca de ríos que han tenido crecidas o lluvias torrenciales como nunca se habían visto, haga que muchas personas mayores se empiecen a preocupar por el cambio climático", afirma el profesor Javier Benayas.
Potencial foco de las políticas del cambio
En líneas generales, la menor predisposición a actuar entre los mayores, puede tener su origen en la falta de foco en las campañas de información sobre el cambio climático y la consideración como sujetos pasivos, según descata el estudio de la Universidad de Santiago. Pero el aumento de la esperanza de vida y la caída de la natalidad hace que este grupo de población en la sociedad española sea cada vez más numeroso tanto en términos relativos como absolutos, "no considerarlo en las acciones informativas, educativas o de participación social ligadas al Cambio Climático, supone renunciar al capital humano de un tercio de la sociedad". En segundo lugar, en este sector de población existe un potencial de tiempo, experiencia vital y de acción social que puede ser movilizado, a través de actividades como el voluntariado, para estimular cambios de comportamiento en la esfera doméstica, cada vez más importante dado su peso.
Desde Yayofalutas reconocen que son un grupo muy preocupado por el futuro y entre los temas que consideran que hay que abordar, el cambio climático es una de sus prioridades. Además, abogan por la intergeneracional del movimiento, junto a 'Madres por el Clima' o su participación en las movilizaciones de Friday for Future o el movimiento Extintion Rebelion (@EsXrebellion), junto a los más jóvenes. "Creo que nosotros podemos aportar una visión global y desde la experiencia, ya estábamos ahí antes de que se crease Ecologistas en Acción. Consideramos además que no se puede luchar por una pensiones dignas o el el feminismo sin tener en cuenta otras luchas como el cambio climático, el consumismo o el militarismo. Es la misma lucha porque todo está interrelacionado", e insisten en que para reducir el calentamiento global hay que abordar todas las perspectivas. "Sabemos que hay muchas otras agrupaciones de mayores que son sensibles a estos temas y están implicados".